HOME NOTE UFFICIALI

 

Continuaremos el estudio, el análisis y la toma de decisiones que

conduzcan a superar nuestras insuficiencias en todos los órdenes

Discurso pronunciado por el compañero José Ramón Machado Ventura en el acto por el Aniversario 57 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, celebrado en Villa Clara el 26 de julio de 2010, Año 52 de la Revolución

 

26.07.10 - www.granma.cubaweb.cu

 

Foto: Juvenal BalánCompañero General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

Compañeros Rafael Ramírez y Ricardo Menéndez, Vicepresidentes de la República Bolivariana de Venezuela y demás Ministros y miembros de la delegación de esa nación hermana que nos honra hoy con su presencia en este acto.

Compañeras y compañeros de la Dirección del Partido, del Estado y el Gobierno, de la Unión de Jóvenes Comunistas y las organizaciones de masas, de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, las gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior.

Asaltantes y familiares de los mártires de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y de nuestros Cinco Héroes, injustamente condenados y detenidos en las cárceles del imperio yanki.

Caravanistas de Pastores por la Paz orientados y dirigidos por el reverendo Lucius Walker que durante veintiún años han enfrentado y vulnerado el bloqueo contra nuestra Patria y una vez más dan, con su asistencia a este acto, muestra de su amor por la Revolución Cubana.

Compatriotas:

Como fue informado, la Dirección de nuestro Partido decidió dedicar este 26 de Julio a El Libertador Simón Bolívar, en el 227 aniversario de su natalicio, y también al Bicentenario de las luchas independentistas de los pueblos de Nuestra América.

El compañero Hugo Chávez había previsto estar aquí junto al pueblo de Cuba y hablar en este acto. No ha podido ser, pero sabemos que él comanda hoy al heroico pueblo venezolano que se apresta a responder, como denunció en la tarde de ayer, a las amenazas del imperio contra la seguridad nacional y la soberanía de Venezuela y contra su propia vida.

Reiteramos, una vez más, nuestra inquebrantable solidaridad con Venezuela y la condena al despliegue de bases militares norteamericanas en Colombia, que pone en peligro la paz en la región.

Ante las amenazas y provocaciones, Venezuela tiene todo el derecho a defenderse y contará siempre con el firme respaldo de todos los cubanos.

Presente en esta tribuna, en representación del presidente Chávez y del pueblo venezolano, se encuentra la Delegación de ese hermano país a la Primera Cumbre Cuba-Venezuela, integrada por los dos Vicepresidentes ya mencionados, seis Ministros y otros compañeros.

Esta Cumbre tiene como principal objetivo avanzar hacia un nivel más alto de nuestros vínculos, consolidar la unión económica entre Venezuela y Cuba, chequear la ejecución de los proyectos acordados e iniciar otros, en beneficio del bienestar de ambos pueblos.

Nos inspiran las ideas, aún por realizarse, de una gran nación de Repúblicas, de Bolívar y de Nuestra América, de José Martí.

Nuestro Héroe Nacional, inspirador de la generación que hace exactamente 57 años asaltó los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, sintió una profunda admiración por Simón Bolívar. Todos conocemos el célebre pasaje de La Edad de Oro en que narra con singular devoción cómo, sin quitarse el polvo del camino, rindió tributo emocionado ante la estatua ecuestre de El Libertador en Caracas.

Con su verbo elocuente, dedicó a Bolívar medulares escritos y apasionados discursos. En uno de estos, Martí hacía énfasis al decir: "¼ ¡porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy, porque Bolívar tiene que hacer en América todavía!".

Nunca como hoy, aquellas proféticas palabras del Apóstol de Cuba tienen tanta vigencia. Ellas marcan el camino de la unidad, por el que ya avanzamos decididamente en la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América.

Cuando en toda América Latina se conmemora el Bicentenario del inicio de las luchas por la independencia, cada vez con más fuerza los pueblos se levantan para llevar a término la obra inconclusa, y hacer realidad las aspiraciones de libertad y justicia por las que lucharon Bolívar y tantos otros héroes eternos.

El Comandante en Jefe rindió este sábado, en el Mausoleo de Artemisa, homenaje a los mártires del 26 de julio y a la lucha sin tregua de nuestro pueblo por su independencia. Reiteró en su mensaje a los combatientes revolucionarios de Artemisa y de toda Cuba, que su pensamiento revolucionario partió de la idea martiana de que "Patria es Humanidad" y que nuestra lucha constituye una prueba de lo que puede lograr un pequeño país frente al gigantesco poder del imperio.

Fidel, cuya visible recuperación es motivo de profunda alegría para los revolucionarios cubanos y para los hombres y mujeres progresistas más allá de nuestras fronteras, está presente y combatiendo en este día que tanto significa para él y para todos nosotros.

El propio Fidel ha plasmado reiteradamente su admiración infinita por Bolívar. En el libro Un grano de maíz, el líder de la Revolución Cubana apuntó: "Yo he leído mucho sobre Bolívar y no me canso nunca de leer sobre Bolívar, sobre cada uno de sus minutos, cada una de sus tragedias, cada uno de sus éxitos. Tengo una simpatía extraordinaria por Bolívar como no la tengo, digamos, por ningún otro personaje de la historia¼ ".

Eso fue dicho precisamente en 1992, el año en que Chávez encabezó al pueblo venezolano en el alzamiento del 4 de febrero; valiente y patriótica acción lanzada para hacer revivir, dar continuidad y llevar a la práctica los sueños de El Libertador.

Como el asalto al Moncada abrió el camino a la etapa definitiva de la Revolución Cubana, la sublevación de los militares patriotas comandada por Chávez, fue precursora de la pujante e invencible Revolución Bolivariana.

Son los mismos sueños que inspiraron al Che y a sus heroicos compañeros de la gesta internacionalista en Bolivia, cuyos restos son custodiados celosamente por los hijos de esta aguerrida tierra villaclareña, que vio combatir al Guerrillero Heroico y acompañarán siempre a nuestro pueblo, como glorioso Destacamento de Refuerzo, en las luchas de hoy y de mañana. Che estaría orgulloso de este acto de reafirmación patriótica y latinoamericanista, de cuya causa fue un paladín.

Queridos compatriotas:

En el afán por obtener la sede del acto central por el Día de la Rebeldía Nacional, tienen un mérito particular las provincias que resultaron ganadoras: Ciego de Ávila, Granma y Ciudad de La Habana, que obtuvieron la condición de Destacadas, y Villa Clara que mereció ser la sede conmemorativa. No se trata de una emulación triunfalista, de fanfarrias y grandes actos, sino de premiar el esfuerzo, los resultados y el modesto cumplimiento del deber.

Villa Clara ha mantenido una gran estabilidad en los últimos 12 años, con avances en los principales sectores socioeconómicos del territorio, que incluyen la industria, la producción agropecuaria y el desarrollo de un importante polo turístico, unidos a sus logros en la esfera social, en la educación, la cultura y la salud.

Estas son razones suficientes para felicitar particularmente al pueblo villaclareño, protagonista indiscutible de esos resultados, y a la Dirección del Partido y del Gobierno de la provincia, que ha alcanzado una labor cohesionada, y ha sido cantera de importantes cuadros para otros territorios y frentes de la Revolución.

Compañeras y compañeros:

Con posterioridad a los severos daños que nos ocasionaron los tres devastadores huracanes que nos azotaron hace cerca de dos años, nuestro pueblo ha debido realizar un intensa labor, en medio de un entorno internacional especialmente adverso como resultado de los efectos de la actual crisis económica global, en cuyo surgimiento no tenemos la más mínima responsabilidad, pero que junto a otros pueblos sufrimos las consecuencias; se suma a ello el anacrónico bloqueo que se empeña en mantener la administración norteamericana desde hace 50 años, y los efectos cada vez más visibles de los cambios climáticos.

En estas complejas circunstancias, como señaló Raúl en la clausura del Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, "la batalla económica constituye hoy, más que nunca, la tarea principal y el centro del trabajo ideológico de los cuadros, porque de ella depende la sostenibilidad y preservación de nuestro sistema social" (fin de la cita).

No es ocioso insistir en que la producción de alimentos continúa siendo un frente esencial de la batalla económica, de ahí que debemos continuar dándole la máxima prioridad. En el Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, celebrado hace apenas dos meses, se discutió lo relacionado con este estratégico sector, que demanda consolidar el proceso de entrega de tierras en usufructo y avanzar sostenidamente en el programa de la agricultura suburbana.

El ahorro, la reducción de gastos y la máxima racionalidad posible de fuerzas y recursos son una imperiosa necesidad en todos los sectores. En la educación se ha demostrado que pueden ejecutarse profundas transformaciones en el proceso docente-educativo, dirigidas a elevar su calidad, y disminuir al mismo tiempo los costos. Algo similar puede decirse de los servicios de salud, donde tenemos mucho que avanzar para eliminar derroches y gastos superfluos.

Otra tarea en la que no se puede bajar la atención ni un instante es la referida al ahorro de energía. El chequeo sistemático, la exigencia y la disciplina son indispensables para la consecución de los objetivos trazados.

Es oportuno destacar que continuaremos el estudio, el análisis y la toma de decisiones que conduzcan a superar nuestras insuficiencias en todos los órdenes, y perfeccionar nuestra sociedad. Actuaremos sin soluciones populistas, demagógicas o engañosas.

No nos conduciremos por campañas de la prensa extranjera. Proseguiremos con sentido de responsabilidad, paso a paso, al ritmo que determinemos nosotros, sin improvisaciones ni precipitaciones, para no errar y dejar atrás definitivamente errores o medidas que no se avienen a las condiciones actuales.

Nuestro pueblo ha dado sobradas pruebas de la confianza en la dirección de nuestro Partido y Gobierno, y confía en la irrevocable voluntad que nos anima en la solución de los problemas.

No tememos a los difíciles retos que tenemos por delante, contamos para ello con la fuerza invencible de nuestro pueblo, que como dijera Fidel en ocasión de la conmemoración del vigésimo aniversario del 26 de Julio, "¼ si aquel día éramos un puñado de hombres, hoy somos un pueblo entero conquistando el porvenir".

Los mártires heroicos de aquella gesta no cayeron en vano. Su sacrificio hizo posible el triunfo del primero de enero de 1959. Ellos nos han acompañado en los momentos más duros de la lucha: en Girón y la Crisis de Octubre, en las gloriosas misiones internacionalistas, en los días en que desaparecía el campo socialista, se desintegraba la Unión Soviética y el imperio y sus lacayos se frotaban las manos proclamando el fin de la Historia y augurando las horas finales de la Revolución.

¡Hoy ratificamos el compromiso ante ellos de ser fieles a los ideales por los que dieron su vida, cambiando lo que deba ser cambiado en este momento histórico, pero sin aceptar jamás presiones externas ni menoscabo alguno a nuestra soberanía, y sin renunciar ni a uno solo de nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo!

De esa fidelidad y firmeza, nuestro pueblo ha dado prueba durante más de cinco décadas, y ese compromiso patriótico es hoy más alto que nunca, frente a los retos, las amenazas e intentos de chantaje.

¡Que vivan por siempre los héroes y mártires del 26 de Julio!

¡Viva la indestructible hermandad entre Cuba y Venezuela!

¡Vivan Fidel y Raúl!

¡Hasta la victoria siempre!

 

Por difíciles que sean las circunstancias,

 

en Villa Clara ¡Siempre es 26!

 

Discurso pronunciado por Julio Ramiro Lima Corzo, primer secretario del Partido en Villa Clara, durante el acto central por el Aniversario 57 de los Asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, celebrado en la Plaza de la Revolución Ernesto Che Guevara, de Santa Clara

 

26 luglio 2010 - www.granma.cu

 

Villaclareños:

¡Con Raúl y la guía de Fidel, estamos en 26!
¡Con los que asaltaron el Moncada y vinieron en el Granma, estamos en 26!
Compañeros de la patria de Bolívar que nos acompañan,
Compañeros de la dirección de la Revolución cubana aquí presentes,
Familiares de los caídos en defensa de la Patria,
Pueblo de Villa Clara,
Invitados,

El 26 de Julio tiene una connotación especial para todos los cubanos. Celebrarlo en este lugar sagrado de la Patria, custodiado por los restos del Che y varios de sus compañeros de lucha, y hacerlo, además, en el medio de la alegría de nuestro pueblo por la recuperación del Comandante en Jefe Fidel Castro, constituye motivo de gran orgullo para esta conmemoración.

Hoy rememoramos el aniversario 57 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en homenaje a los héroes y mártires del 26 de julio de 1953, cuyas acciones contribuyeron al triunfo de la Revolución cubana. Un año antes, en 1958, cuando el che llegó por primera vez a este zona para desarrollar la Campaña de Las Villas, la situación precaria del territorio que ocupa la actual provincia de Villa Clara no difería de la del resto del país.

Según datos del Censo de Población y Viviendas realizado en 1953, el 67 % de los niños entre 6 y 9 años no sabían leer ni escribir, mientras el 23,3 % de los mayores de 10 años eran analfabetos, índice que en las zonas rurales alcanzaba el 36,9 %.

El desarrollo industrial resultaba casi nulo, las pequeñas fábricas constituían verdaderos chinchales. Abundaban los macheteros que cortaban caña en Camaguey por un breve período de tiempo, y después batallaban para vencer el fatídico tiempo muerto. Eran tiempo de los niños limpiabotas, de asesinatos y desaparecidos, de los abusos de la guardia rural.

Los pocos hospitales públicos existentes en la región se concentraban en los pueblos más prósperos, como Santa Clara, Sagua, Remedios y Placetas; pero carecían del personal y las condiciones necesarias para garantizar una atención eficaz.

Peor era la situación en el campo, donde decenas de niños morían de enfermedades curables, como el parasitismo y los brotes diarreicos. Aún se recuerdan con tristeza las veces en que más de un campesino recorría leguas en busca de un médico para atender a su hijo enfermo, y regresaba angustiado por no tener  dinero para pagar la consulta.

La alta tasa de mortalidad infantil existente entonces, en nada puede compararse con el 2,6 por cada mil nacidos vivos que hoy muestra la provincia, la más baja del país al concluir el primer semestre del actual año.

Estas y muchas otras fueron las causas por cuales aquel grupo de jóvenes valientes, al mando Fidel, decidieron comenzar la lucha para convertir en luz la densa penumbra que cubría nuestra Patria, cuando parecía inevitable la muerte de nuestro Apóstol en el año de su centenario.

El Moncada nos mostró la fuerza de las ideas y nos enseñó a convertir los reveses en victoria. Inspirados en el ejemplo de aquellos valerosos hombres, prosiguió la lucha por lograr la libertad definitiva. Con la liberación de los pueblos de la antigua provincia de Las Villas por las tropas al mando de Camilo y el Che y del Directorio estudiantil llegó la alborada del Primero de Enero y una Revolución victoriosa, que exterminó los males que más aquejaban a los cubanos.

Consecuentes con nuestro legado histórico, las enseñanzas de Fidel y de Raúl, y el compromiso eterno con los caídos, este pueblo ha sido capaz de crecerse a la altura que demanda cada reto, de demostrar capacidad de respuesta y voluntad en las etapas más duras, sin ceder un ápice en los principios, a pesar del bloqueo y las presiones del imperialismo yanqui. 

Los villaclareños, con gran sentimiento de honor y compromiso, proseguimos en combate, inspirados en el aliento heroico que emana del Che y su Destacamento de Refuerzo. En 1996 este territorio obtuvo por primera vez la condición de Destacado en la emulación moncadista. En Santa Clara, y en esta misma Plaza colmada de pueblo, el 30 de septiembre de ese año, Fidel recordó que no había tarea, ni proeza en que no hubieran estado presentes masivamente los villaclareños, y manifestó su convicción de que sabríamos realizar y llevar a cabo todo lo que hubiera que hacer en estos tiempos para alcanzar la victoria.

Un año después, el Guerrillero Heroico regresó inmortalizado a este lugar, a su cuartel general ubicado en Santa Clara, la ciudad redimida por él al mando de la Columna 8 en aquella épica batalla librada en diciembre de 1958.

Venía acompañado por los hombres que lo siguieron durante la gesta boliviana, para continuar, como dijera Fidel aquel día, librando y ganando más batallas que nunca.

Ese día los villaclareños ratificaron el compromiso con el Comandante Guevara, de llevarle cada día a su trinchera de combate resultados concretos en la producción, la defensa, los servicios, la ciencia y en todos los quehaceres de la sociedad.

Desde entonces, este pueblo ha laborado sin descanso para estar a la altura de la palabra empeñada. Ni ciclones, grandes sequías, inundaciones, ni el bloqueo genocida han podido socavar el espíritu de trabajo de esta provincia.

Hoy podemos decir con satisfacción que Villa Clara ha cumplido con el Che, aunque aún nos faltan por explotar enormes potencialidades en la agricultura y en todas las ramas de la economía para estar a la altura de su inmenso ejemplo.

No podemos sentirnos satisfechos mientras exista una sola hectárea de tierra sin empleo útil, tenemos que producir más y con sentido de racionalidad y eficiencia, de modo que podamos reducir importaciones; elevar la  producción industrial, el rigor en el control, la lucha contra la corrupción e ilegalidades  y mejorar la calidad de los servicios al pueblo; no con consignas, sino con resultados concretos, para ser dignos seguidores de esta tropa guerrillera.

Este año la obtención de la sede por el Día de la Rebeldía Nacional provocó un inmenso júbilo en toda la población. La unidad del pueblo, junto a su historia y el Partido, nos ha permitido avanzar sostenidamente, nos ha hecho audaces, previsores ante la autocomplacencia, la desidia y el deslumbramiento ante lo superfluo  y lo estéril.

Trabajamos para hacer las cosas cada día mejor, con humildad, con sencillez, sin fanfarrias, de modo de cada persona sienta la necesidad de trabajar para vivir en las circunstancias actuales de nuestro país y para lograr satisfacer las necesidades crecientes de nuestro pueblo.

Sin embargo, a pesar de los logros en la Educación, la Salud, la Cultura, el Deporte,  el desarrollo socioeconómico y científico, debemos trabajar duro para hacer irreversible la Revolución.

Hoy resultan exigencias impostergables aumentar la producción y la productividad, ahorrar recursos, emplearlos con mayor racionalidad, trabajar con disciplina y velar por la institucionalidad, tareas a las cuales debemos consagrarnos cada día.

Esa será nuestro homenaje a la altura de Abel y Haydee Santamaría, Elpidio Sosa, Pablo Agüero, Osvaldo Socarrás y Roberto Mederos, los jóvenes de esta provincia que asaltaron la gloria aquella mañana de la Santa Ana para cumplir la palabra empeñada con el Apóstol.

Constituye también el mejor tributo a los héroes y mártires de la Patria, quienes abonaron el camino para conquistar la victoria. A nuestros Cinco Héroes, prisioneros injustamente en cárceles del imperio por combatir el terrorismo.

Hoy renace un nuevo continente, una alianza bolivariana para los pueblos de América, en defensa de la independencia, la soberanía y de un futuro mejor para los pueblos del Sur.

Desde esta trinchera de ideas y de combate, los villaclareños ratificamos nuestro optimismo de que ¡Sí se puede! Y reafirmamos nuestro compromiso de seguir adelante por grandes que sean las dificultades y los obstáculos.

¡Felicidades a Ciudad de La Habana, Granma y Ciego de Ávila, provincias destacadas por la efeméride moncadista!

¡Felicidades al pueblo villaclareño!

En esta emotiva conmemoración recordamos las palabras expresadas por Fidel, al recibir al Che y otros guerrilleros de la gesta boliviana:

"Para llevar a cabo esta enorme proeza, para derrotar los planes imperialistas contra Cuba, para resistir el bloqueo, para alcanzar la victoria, Che contamos contigo."

¡Hasta la Victoria Siempre!

¡Gloria eterna a los héroes y mártires del 26 de Julio!

¡Gloria eterna a los todos los caídos en defensa de la Patria!

¡Viva Fidel!

¡Viva Raúl!

¡Viva el Comandante Chávez!

¡Viva la Revolución!

Gritemos más alto que nunca. Por difíciles que sean las circunstancias, en Villa Clara ¡Siempre es 26!