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Cuba continuerà a difendere

la verità e la ragione

 

Intervento del ministro degli Esteri della Repubblica di Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla nella sessione dei Capi di Stato o di Governo, nel  VI Vertice  Unione Europea- America Latina e Caraibi

 

Madrid 18 maggio 2010 - www.cubadebate.cu

 

Sra. Presidentessa dell’Argentina:

 

Sr. Presidente del Consiglio Europeo:

 

Questa crisi è stata  pronosticata già dieci anni fa. Sorge dalla speculazione e dalla corruzione finanziaria, imprenditoriale e fiscale negli Stati Uniti ed in Europa occidentale, per tanto non si devono scaricare i suoi effetti in America Latina e nei Caraibi e nemmeno nel Terzo Mondo, nè tantomeno sui lavoratori, sui pensionati e sugli europei poveri. L’Unione Europea necessita relazionarsi in un altro modo con l’America Latina ed i Caraibi. Deve vederla come un insieme di paesi indipendenti con 570 milioni di abitanti, una solida cultura propria e tutte le risorse. L’America Latina ed i Caraibi non sono più il cortile posteriore degli  Stati Uniti e non siamo antiche colonie che necessitano consigli.

 

La crisi è globale sistematica e molteplice: per esempio mentre discutiamo, il cambio climatico continua a devastare e l’Europa rifiuta di pagare il suo debito ecologico. Coincido nella necessità di un nuovo modo di governare mondiale, basato nel diritto internazionale, nella vera democrazia e nella giustizia sociale.

 

Il 56% degli esseri umani oggi vive in povertà. Non esiste un mondo multipolare, nè la detta comunità globale. Il multilateralismo è tuttavia fittizio ed oggi abbiamo un modo di governare globale e dittatoriale, basato nel dominio, l’egemonia, la doppia facciata e l’ipocrisia.

 

Basta leggere la dottrina della NATO o guardare i nuovi spiegamenti militari degli Stati Uniti in America Latina e nei Caraibi, o il colpo militare in Honduras. Nemmeno il G-20  rappresenta gli altri. Non esiste nemmeno quella sognata associazione biregionale.

 

 Si dovrebbe evitare che la crisi accentui la natura distinta dell’Unione Europea e l’America Latina ed i Caraibi. La spoliazione coloniale ed il saccheggio capitalista hanno trasformato l’Europa in creditrice e l’America Latina ed i Caraibi in debitori, ed è così sino ad oggi, anche se abbiamo pagato il debito varie volte. Tutto continua ugualmente, anche se si dissimula nel libero commercio per questo.

 

Si deve uscire da Bretton Woods e costruire una nuova architettura finanziaria. In tempo di crisi, in particolare, deve imperare il diritto internazionale e si devono esercitare l’uguaglianza sovrana e l’indipendenza politica degli Stati. 

Si devono impedire l’uso delle minacce e della forza.

 

Il mercato non risolverà la crisi globale nè il cambio climatico. Il mondo necessita per prima cosa un nuovo ordine politico, e dopo le decisioni economiche strutturali.

Cuba continuerà a difendere la verità e la ragione.

 

Il suo governo risponde solo ai cubani ed ai popoli di Nuestra America Bolivariana e Martiana.

 

Molte grazie.

 

Hace falta una nueva mirada de

Europa hacia nuestra región

Intervención del Ministro Bruno Rodríguez en la Reunión de Cancilleres de la VI Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe, Madrid, 17 de mayo de 2010

 

Agradezco mucho a España y al Canciller Moratinos, las condiciones que han creado para esta Cumbre.

 

Recuerdo la primera cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe, en 1999, en Río de Janeiro. Reconocidos líderes europeos proponían la idea de establecer una asociación estratégica birregional y entre nuestros países había algunos optimistas.  Curiosamente, Europa venía de la Cumbre de la OTAN en que, frente a las llamadas amenazas globales, se adoptaba una nueva doctrina que trataba a América Latina y el Caribe como “la periferia euroatlántica”. 

 

En el 2004, en la cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe de Guadalajara, ya no quedaba ninguna esperanza sobre aquel sueño de asociación estratégica. 

 

Nadie podría culpar al gobierno ni a la cancillería española de que esta Cumbre no deje muchos frutos.

 

En realidad, lo que separa, fundamentalmente, a Europa y América Latina y el Caribe no es el Océano Atlántico, sino nuestra naturaleza diferente.

 

Del otro lado de la mesa, se encuentran las antiguas potencias coloniales y de éste, los que sufrimos la colonización y sus consecuencias.  Como resultado, ustedes son acreedores y nosotros deudores. La crisis económica global se generó en los países desarrollados, muchos de ellos europeos y sus efectos ahora se descargan sobre América Latina y el Caribe.

 

De nuestros países, viajan emigrantes a Europa, donde son explotados y discriminados. Los flujos de comercio e inversión demuestran que nuestros recursos siguen siendo extraídos para financiar el desarrollo de Europa. 

 

No se puede pedir a ningún país de América Latina y el Caribe que sacrifique su desarrollo para avanzar hacia una economía de baja emisión de carbono, mientras existe una brecha tecnológica y digital entre nuestras regiones. No se puede olvidar que en países pobres se deforesta para poder comer.

 

Ninguno de estos problemas los va a resolver el mercado. Sólo podremos encontrar un terreno común entre nuestras regiones con mayor voluntad política de los gobiernos de Europa y con el reconocimiento, en hechos y actos, de la deuda histórica que tienen los europeos con nosotros.

 

Una Europa culta debería entender que sus patrones de producción y consumo son irracionales y llevarán a la destrucción del planeta. Debiera entender también que sin equidad y estabilidad en nuestros países tampoco habrá, a la larga, prosperidad en Europa. Vamos todos hacia el abismo, aunque algunos viajen en primera clase y otros en clase económica.

 

Hace falta una nueva mirada de Europa hacia nuestra región. 

 

Deben acostumbrarse a tratarnos como socios iguales, como a un conjunto de más de 500 millones de habitantes que vive en una región con enormes recursos y potencial. Las jóvenes generaciones de europeos han de comprender, para desarrollar una nueva relación con Nuestra América, que no somos ya el traspatio de los Estados Unidos, sino países independientes e igualmente soberanos.