El Duende / Max Lesnik http://www.contrainjerencia.com

Per alcuni Donald Trump, candidato alla nomination presidenziale repubblicana non è un candidato serio, che più prima che poi scoppierà come un pallone punto con uno spillo. Ma nonostante ciò, fino ad oggi Trump è ancora primo nelle preferenze repubblicane, lasciando molto indietro nei sondaggi tutti i suoi concorrenti, soprattutto Jeb Bush e Marco Rubio -entrambi dello Stato della Florida- che sono presentati come le migliori prospettive per sconfiggere nelle urne nel novembre 2016 il candidato presidenziale del partito democratico, sia Hillary Clinton o qualsiasi altro sogno di una notte d’estate.

Il partito repubblicano ha un problema serio con Donald Trump poiché le basi di quel partito stanno dimostrando grande simpatia con l’irriverente miliardario che minaccia con il suo discorso anti-immigrati isolare i repubblicani isolare da un ampio settore di elettorato che sta percependo, quel partito, come nemico degli ispanici, sui quali bisogna contare per arrivare alla Casa Bianca.

A ciò va aggiunto il problema dei rapporti diplomatici con Cuba recentemente ristabiliti dal presidente Barack Obama. Finora la maggior parte degli altri aspiranti repubblicani alla presidenza, tra cui Jeb Bush, Ted Cruz e Marco Rubio hanno detto che, ad essere eletti presidenti della nazione del nord, romperebbero di nuovo le relazioni diplomatiche con Cuba, che tornerebbero a restringere i viaggi dei cubani nell’isola e che manterrebbero il blocco nonostante sia un completo fallimento da oltre sessant’anni.

Donald Trump ancora  non si è pronunciata sulla questione Cuba e le relazioni degli USA con il governo cubano. Neppure, nessun giornalista lo ha chiesto a Trump, così il mistero rimane aperto.

Una volta e la data non è molto distante, il magnate miliardario ha esplorato -e questo mi consta personalmente- la possibilità di investire denaro nella costruzione di campi da golf a Cuba ed era pronto ad usare tutta la sua influenza per revocare la Legge dell’Embargo che impedisce investimenti economici USA nell’isola.

Qualcuno deve chiedere a Trump la sua opinione sul tema di Cuba. Perché nessuno ha il coraggio? Mi chiedo. E qui vi lascio  e vi faccio pensare.

Donald Trump y los campos de Golf en Cuba

EL DUENDE / Max Lesnik
 
 Para algunos Donald Trump, aspirante a la nominación presidencial Republicana no es un candidato serio, que más temprano que tarde reventará como un globo pinchado con un alfiler. Pero a pesar de esa, hasta estos momentos Trump sigue en primer lugar en las preferencias Republicanas, dejando muy atrás en las encuestas a todos sus contrincantes, especialmente a Jeb Bush y a Marco Rubio- ambos del Estado de La Florida- que se presentan ellos como los mejores prospectos para derrotar en las urnas en noviembre del año 2016 al candidato presidencial del Partido Demócrata, ya sea Hillary Clinton u otro cualquier sueño de una noche de verano.
 
 El Partido Republicano tiene un serio problema con Donald Trump ya que las bases de ese Partido están demostrando grandes simpatías con el irreverente multimillonario que amenaza con su discurso racista anti-inmigrante con aislar a los Republicanos de un amplio sector del electorado que está percibiendo a ese Partido, como enemigo de los hispanos, con los cuales hay que contar para llegar a la Casa Blanca.
 
 A todo ello hay que agregar el tema de las relaciones diplomáticas con Cuba restablecidas recientemente por el Presidente Barack Obama. Hasta ahora la mayoría de los otros aspirantes presidenciales Republicanos, entre ellos Jeb Bush, Ted Cruz y Marco Rubio han dicho que de ser electos presidentes de la nación norteña rompereian de nuevo las relaciones diplomáticas con Cuba, que volverían a restringir los viajes de cubanos a la isla y que mantendrían el Bloqueo a pesar de haber sido este un rotundo fracaso por más de casi sesenta años.
 
 Todavía Donald Trump no se ha pronunciado sobre el tema de Cuba y las relaciones de Estados Unidos con el gobierno cubano. Tampoco ningún periodista se lo ha preguntado a Trump por lo que la incógnita queda abierta.
 
 Ya una vez y no en fecha muy lejana, el magnate multimillonario estuvo explorando- y eso me consta personalmente- en la posibilidad de invertir dinero en la construcción de campos de Golf en Cuba y para ello estaba dispuesto a utilizar todas sus influencias, para el levantamiento de la Ley del Embargo que impide las inversiones económicas de los norteamericanos en la isla.
 
 Alguien tiene que preguntarle a Trump sobre su opinión en el tema de Cuba. ¿Por qué nadie se atreve? Pregunto yo. Y ahí se las dejo y los pongo a pensar.