Ramos Allup: discepolo di Carlos Andres Perez

Nicanor Leon Cotayo http://www.cubasi.cu

ramos allup fantasmaQuesto venerdì ha parlato all’Assemblea Nazionale del Venezuela il suo presidente, Henry Ramos Allup.

Figura banale che rappresenta un partito in via di estinzione, Azione Democratica (AD); l’ha fatto mentre il presidente Nicolas Maduro ha presentato la sua relazione a quella istituzione.

Il gruppo di Ramos Allup (AD) emerse nel 1941 e dall’allora ha scritto una storia oscura.

Tra il 1958 e il 1998 il suo capo fu Carlos Andrés Pérez, che perse l’incarico per essere coinvolti in gravi casi di corruzione.

Durante quel periodo l’ “avversario” di AD fu un altro partito tradizionale, COPEI, col quale per alcuni anni si alternò al potere.

Il consiglio direttivo di Azione Democratica ha avuto tra i suoi membri Henry Ramos Allup, che giunto a servire come suo Segretario Generale.

Originariamente alcuni lo giudicarono come un “partito di sinistra”, che sosteneva l’antimperialismo.

Tuttavia, fin dagli anni ’80 del secolo scorso, subordinato a Washington, si coprì con un fragile etichetta di “centro-sinistra”.

Quattro presidenti vennero da Azione Democratica, dal 1960 fino al 1990.

Ma alla fine di tale periodo la credibilità del partito di Ramos Allup subì un colpo ancora più grande a causa degli scandali di corruzione che si verificarono nel corso di due sue presidenze.

Uno si essi sotto il comando di Carlos Andrés Pérez (1989-1993), fu così grande che si videro costretti a sostituirlo e persino a condannarlo alla prigione.

Diviso, dalle elezioni del 1998, nel suo seno scoppiarono conflitti che hanno determinato due partiti ‘Un nuovo tiempo’ e ‘Primero Justicia’.

Così arrivarono alle elezioni parlamentari del 6 dicembre scorso, quando AD formò parte della chiamata Tavola di Unità Democratica.

Tuttavia solo raggiungendo 26 dei 167 scranni da eleggere per l’Assemblea Nazionale, cioè, il secondo posto della coalizione, il suo capo, Ramos Allup, ha occupato la presidenza dell’Assemblea.

Ma non si può parlare di quest’ultimo senza menzionare quello che è successo nella capitale venezuelana tra il 27 febbraio e il 6 marzo 1989.

A quel tempo, sotto un governo del partito di Henry Ramos Allup, che presedieva il suo mentore, Carlos Andrés Pérez, fu commesso un massacro che strappò la vita a diverse migliaia di persone.

Una versione affidabile assicura che l’esercito e la polizia di Azione Democratica spararono circa quattro milioni di proiettili per fermare l’indignazione del popolo.

Causa della rivolta popolare? Il 62% dei suoi abitanti viveva in povertà, pur vivendo in un territorio ricco di petrolio e di altre importanti risorse naturali.

Quell’impressionante massacro passò alla storia con il nome di “Caracazo“.

Ore prima, Carlos Andrés aveva dettato una serie di misure economiche neoliberiste raccomandate dal Fondo Monetario Internazionale (FMI).

La disperazione portò ad un’ondata di saccheggi nel paese, soprattutto di supermercati, macellerie, negozi di articoli elettronici.

Anche se sempre si parla di “El Caracazo” in realtà le proteste iniziarono a Guarenas, stato di Miranda, ubicata a circa 15 chilometri, e si diffusero in altre città.

L’aumento del costo del trasporto fu la scintilla che innescò la rivolta popolare, poiché i trasportatori pretendevano aumentare i prezzi del 50%, anche se era consentito solo un incremento non maggiore del 30.

Atteggiamento dei partiti tradizionali come il chiamato Azione Democratica (AD) e COPEI? Non solo la passività, anche sforzi per far fallire le proteste.

Quindi è risultato curioso, questo venerdì, vedere de ascoltare quando il presidente dell’Assemblea Nazionale del Venezuela, Henry Ramos Allup, ha parlato come se avesse un pollice di morale per farlo.

Col suo tono di parrocchiano da taverna offendere il pensiero di Hugo Chavez e dare lezioni di comportamento alle forze armate bolivariane.

Se mai risultasse possibile giudicare i colpevoli e i complici delle atrocità commesse in Venezuela, si dovrebbe riservare una citazione per Ramos Allup.

Un fantasma del passato che ancora vaga in Caracas grazie alla nobiltà e alla pazienza delle sue autorità e popolo.

La storia è molto più ampia, ma è sufficiente un segno che invita ad approfondire il tema.

Ramos Allup: Discípulo de Carlos Andrés Pérez

Escrito por Nicanor León Cotayo

Este viernes habló en la Asamblea Nacional de Venezuela su presidente, Henry Ramos Allup.

Figura banal que representa a un partido en fase de extinción, Acción Democrática (AD), lo hizo al tiempo que el presidente Nicolás Maduro rindió su informe a esa institución.

El grupo de Ramos Allup salió a flote (AD) en 1941 y desde entonces ha escrito una historia sombría.

Entre 1958 y 1998 su jefe fue Carlos Andrés Pérez, quien perdió el cargo debido a estar involucrado en graves hechos de corrupción.

Durante aquella etapa el “adversario” de AD fue otro partido tradicional, COPEI, con el que durante algunos años se turnó en el poder.

La junta directiva de Acción Democrática ha tenido entre sus integrantes a Henry Ramos Allup, el cual ha llegado a desempeñarse como su Secretario General.

En sus orígenes algunos lo llegaron a valorar como un “partido de izquierda” que abogaba por el antiimperialismo.

Sin embargo, desde los años 80 del siglo pasado, subordinado a Washington, se cubrió con una frágil etiqueta de “centro izquierdista”.

Cuatro presidentes vinieron de Acción Democrática desde 1960 hasta la década de 1990.

Pero a finales de ese último período la credibilidad del partido de Ramos Allup sufrió un golpe todavía mayor a causa de escándalos de corrupción acontecidos durante dos de sus presidencias.

Uno de ellos bajo el mando de Carlos Andrés Pérez (1989-1993), tan grande que se vieron obligados a sustituirlo y hasta condenarlo a prisión.

Dividido a partir de las elecciones de 1998 en su seno estallaron conflictos que derivaron en los partidos Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia.

Así llegaron a los comicios parlamentarios del seis de diciembre pasado, cuando AD formó parte de la titulada Mesa de Unidad Democrática.

No obstante solo alcanzar 26 de los 167 escaños a elegir, para la Asamblea Nacional, o sea, el segundo lugar de la coalición, su jefe, Ramos Allup, ocupó la presidencia de la Asamblea.

Pero no es posible hablar sobre este último sin mencionar lo sucedido en la capital venezolana entre el 27 de febrero y el seis de marzo de 1989.

En aquel entonces, bajo un gobierno del partido de Henry Ramos Allup, que presidía su mentor, Carlos Andrés Pérez, fue cometida una masacre donde arrancaron la vida a varios miles de personas.

Una versión confiable asegura que el Ejército y la Policía de Acción Democrática dispararon unos cuatro millones de balas para frenar la indignación del pueblo.

¿Motivo de la rebelión popular? El 62 por ciento de sus habitantes estaban sumidos en la pobreza no obstante vivir en un rico territorio petrolero y de otros importantes recursos naturales.

Esa impresionante masacre pasó a la historia con el nombre del “Caracazo”.

Horas antes, Carlos Andrés había dictado una serie de medidas económicas neoliberales recomendadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La desesperación llevó a una ola de saqueos en el país, fundamentalmente de supermercados, carnicerías, negocios de artículos electrónicos y otros.

Aunque siempre se habla de “El Caracazo”, en realidad las protestas arrancaron en Guarenas, estado Miranda, ubicada a unos 15 kilómetros, y se extendieron a otras ciudades.

El aumento del pasaje de transporte público fue la chispa que disparó la revuelta popular, pues los transportistas pretendían subir los precios un 50 por ciento, pese a que sólo estaba permitido un incremento no mayor al 30.

¿Actitud de los partidos tradicionales como el titulado Acción Democrática (AD) y COPEI? No solo pasividad, también esfuerzos para estropear las protestas.

De ahí que haya resultado curioso este viernes ver y oír cuando el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos Allup, habló como si tuviese una pulgada de moral para hacerlo.

Atreverse con su tono de parroquiano de taberna cervecera a ofender el pensamiento de Hugo Chávez y dar lecciones de comportamiento a las fuerzas armadas bolivarianas.

Si alguna vez resultara posible enjuiciar a los culpables y cómplices de atrocidades llevadas a cabo en Venezuela, habría que reservar una citación para Ramos Allup.

Un espectro del pasado que aún deambula en Caracas gracias a la nobleza y paciencia de sus autoridades y pueblo.

La historia es mucho más extensa, pero baste una muestra que invita a profundizar en el tema.

Share Button

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.