Yudy Castro Morales www.granma.cu
La Legge Helms-Burton, “diabolicamente concepita”, cerca “la coercizione economica e distruggere la Rivoluzione”; si tratta di “misure di guerra rivestite di Diritto”, ha affermato il dottor Rodolfo Dávalos, professore di Diritto all’Università dell’Avana, in un incontro di lavoro con i deputati, che si è svolto questo venerdì al Campidoglio, sede dell’Assemblea Nazionale del Potere Popolare, in cui hanno anche partecipato, in video conferenza, i parlamentari di tutto il paese, presieduti da Esteban Lazo.
«Questa creazione legislativa è “disumana, ingiusta e illegale” da una prospettiva del Diritto Internazionale, delle leggi cubane e anche di quelle statunitensi» ha assicurato.
José Luis Toledo Santander, presidente della Commissione dei Temi Costituzionali e Giuridici, ha spiegato l’errore di confondere l’espropriazione o la confisca con la nazionalizzazione.
«Le nazionalizzazioni, come azioni di Stato, rispondono al carattere sovrano dello stesso e sono azioni di rivendicazione economica a beneficio del popolo stesso», ha sottolineato.
Il deputato Joaquín Bernal, vicepresidente di questa Commissione, ha sottolineato la nullità di queste misure in accordo con il regolamento giuridico cubano.
La stessa Legge No. 80 del 1996, la risposta cubana alla Legge Garrota, dichiara «illecita la Legge Helms-Burton, inapplicabile e senza valore o effetto giuridico alcuno e considera nulli tutti i reclami compresi in questa da persone naturali o giuridiche di qualsiasi cittadinanza o nazionalità».
E se è importante una ferma e cosciente condanna del popolo a queste aggressioni del nord, è imprescindibile cercare, ha detto Víctor Gaute López, membro della Segreteria del Comitato Centrale del Partito, dal posto di lavoro di ognuno, un giorno dopo l’altro, la forma di evitare o minimizzare i danni derivati dal blocco e da tutte le politiche contro Cuba.
Helms-Burton: medidas de guerra con ropaje de Derecho
Yudy Castro Morales
La Ley Helms-Burton, «diabólicamente concebida», pretende la «coerción económica y destruir a la Revolución»; se trata de «medidas de guerra con ropaje de Derecho», afirmó el doctor Rodolfo Dávalos, profesor de Derecho de la Universidad de La Habana, en un encuentro de trabajo con los diputados, acontecido este viernes en el Capitolio, sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el que también participaron, mediante videoconferencia, los parlamentarios de todo el país, presididos por Esteban Lazo.
Ese engendro legislativo es «inhumano, injusto e ilegal» desde la perspectiva del Derecho Internacional, de las leyes cubanas e, incluso, de las estadounidenses, aseguró.
José Luis Toledo Santander, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, explicó lo errado de confundir expropiación o confiscación con nacionalización.
«Las nacionalizaciones, como actos de Estado, responden al carácter soberano del mismo y constituyen actos de reivindicación económica en beneficio del pueblo», subrayó.
El diputado Joaquín Bernal, vicepresidente de dicha Comisión, enfatizó en la nulidad de esas medidas, de acuerdo con el ordenamiento jurídico cubano. La propia Ley No. 80 de 1996, respuesta cubana a la Ley Garrote, declara «ilícita la Ley Helms-Burton, inaplicable y sin valor ni efecto jurídico alguno y considera nula toda reclamación amparada en ella de persona natural o jurídica, cualquiera que fuere su ciudadanía o nacionalidad».
Y si importante es el rechazo firme y consciente del pueblo a estas agresiones del norte, imprescindible es buscar, a juicio de Víctor Gaute López, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, desde el puesto de trabajo de cada cual, desde el día a día, la forma de evitar o minimizar los daños derivados del bloqueo y de todas las políticas contra Cuba.
