Intervención Embajador José Carlos Rodríguez Ruiz

Intervención del Representante Permanente de Cuba ante los Organismos Internacionales con sede en Roma, Embajador José Carlos Rodríguez Ruiz, durante la sesión de la Junta Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, en la que se aprobó el PEP Cuba

Roma, 22 de junio  de 2021

Sr. Presidente,

Representantes de los Estados miembros y observadores de la Junta Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos,

Hemos recorrido un camino más largo de lo deseado y necesario (sobre todo si se considera el bien de los que deberán ser beneficiados) para lograr que la Junta Ejecutiva aprobase, hoy 22 de junio, el Programa Estratégico de País, para Cuba, que deberá ejecutarse entre julio de 2021 y el 2024.

En nombre de mi país y en especial de los 1,5 millones de personas que recibirán sus beneficios directos, agradezco a todos los que pusieron empeño para que la razón misma de ser del PMA no quedara coartada y pudiera finalmente, con la aprobación de este PEP, emprenderse una nueva fase de reforzamiento en el apoyo del PMA a los esfuerzos de las autoridades cubanas para asegurar la alimentación de sus ciudadanos, en medio de circunstancias excepcionalmente difíciles.

Agradezco a todos los países que han manifestado esta tarde su apoyo al PEP para Cuba.

Agradezco al PMA, a su Director Ejecutivo, David Beasley, y al hasta ahora Director Regional para América Latina y el Caribe, Miguel Barreto, por haber asegurado el compromiso de esta organización en dar continuidad ininterrumpida de sus operaciones en Cuba, evitando que el país se afectara mientras esperaba la aprobación del nuevo PEP.  

Reconozco las gestiones del actual Presidente de la Junta Ejecutiva, el Embajador Luis F. Carranza, en esta etapa final para viabilizar la aprobación del PEP Cuba.

Distinguidos,

El PEP Cuba refleja una gran sincronización con la estrategia de desarrollo económico y social del país para los próximos años; su alineación al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo y la Agenda 2030; la previsión de impacto directo que deberá tener en segmentos poblacionales vulnerables; a la vez, acoge elementos novedosos que se  incluyeron en el mismo y que deberán contribuir a aumentar su  eficiencia y eficacia para la consecución de sus propósitos.   

El Representante del PMA en La Habana, el estimado Paolo Mattei, a quien reconocemos su importante contribución, señaló algunos aspectos que inciden en la compleja situación económica que atraviesa Cuba en estos momentos.

Ciertamente, Cuba afronta desafíos particularmente significativos.

Por su condición insular y la ubicación en el centro del Caribe, se subrayan los riesgos y efectos negativos derivados aceleramiento del cambio climático. Estamos perdiendo progresivamente zonas costeras del territorio y se verifican alto niveles de salinización, por infiltración del agua de mar, en algunas de las zonas más fértiles del país. En los últimos años, los huracanes nos golpean mas duramente. Para este año la temporada ciclónica se pronostica muy activa.

La pandemia de la COVID19 provoca afectaciones muy pesantes para una economía que se sostiene con porcentajes mayoritarios en los sectores de los servicios, en primer lugar, el turismo. A ello se suman los desajustes en el comercio global de alimentos y el alza de los precios, con el agravante de que, entre otros factores, a Cuba se le cobran fletes más caros y son reducidas sus fuentes de financiamiento internacional, como consecuencia de la aplicación de medidas punitivas unilaterales y extraterritoriales contra mi país.

Estimados colegas,

Nada afecta más a Cuba que el bloqueo económico, comercial y financiero que desde hace 60 lastra nuestro desarrollo económico-social. Quien hable de Cuba y oculte eso, estará agraviando la verdad y respaldando las afectaciones a la seguridad alimentaria de mi pueblo.

Solo entre abril de 2019 y diciembre de 2020 las afectaciones generales provocadas a Cuba por esa guerra económica superaron los 9 mil 157, 2 millones USD. En el ámbito de la agricultura los daños documentados fueron superiores a los 429 millones 225 mil 103 dólares estadounidenses.

Ni siquiera en las circunstancias de la pandemia esa política se ha eliminado. Por el contrario, en los últimos 4 años el bloqueo se reforzó con la adopción de más de 240 nuevas medidas, todas ellas actualmente vigentes, impactando en todos los aspectos de la vida y desarrollo del país y, en especial, en la seguridad alimentaria de nuestros ciudadanos.

Sr. Presidente,

A pesar de las circunstancias adversas que Cuba afronta, puedo ratificar que mi país se encuentra profundamente comprometido con la seguridad alimentaria y la nutrición adecuada para todos los ciudadanos. Se trata de prioridades máximas para el gobierno cubano, como lo es también la salud y la educación.

Continuaremos avanzando en la implementación de nuevas políticas y leyes dirigidas a fortalecer la institucionalidad del país, así como el desarrollo de todos sus territorios y una mayor autonomía de los mismos, diversificando las formas productivas, incluidas aquellas propias de las regiones agrícolas.

También avanzamos en otras áreas que transversalmente inciden en las producciones agrícolas, como es la gestión efectiva, con recursos y ciencia propia, para enfrentar la COVID19 en el propio país y brindar paralelamente cooperación internacional a otras naciones.

Es un honor para Cuba formar parte de la Junta Ejecutiva. Lo hacemos con el firme propósito de contribuir al mejor trabajo de esta organización, que desempeña funciones de reconocible valía, tanto en su arista de ofrecer ayuda alimentaria de emergencia, como en la de contribuir a aumentar la resiliencia de los sistemas alimentarios.

Lamentablemente constatamos que el hambre en el mundo, lejos de disminuir, aumenta, y el tiempo para el cumplimiento de la meta de lograr Hambre Cero en 2030 se acorta.

Reconocemos los intensos esfuerzos del Director Ejecutivo, el Sr. Bealey, en función del incremento de la capacidad operativa del PMA.

Si queremos un mundo mejor y combatir coherentemente los problemas alimentarios en el mundo, se deberá, ante todo, dejar de atizar conflictos. Será el mejor modo de consagrar mayores recursos a la consecución de los ODS, en especial para lograr el Hambre Cero en el 2030. Las circunstancias no son halagüeñas, pero no podemos dejar de empeñarnos en ello.

Por último, puedo asegurarles que Cuba cumplirá de manera responsable, efectiva y en máxima coordinación con el PMA, las acciones que se deriven de este Programa Estratégico País.  

Muchas gracias a todos.

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