Joaquín Pérez / Resumen Latinoamericano
José Williams Zapata, generale in pensione e parlamentare di un partito di estrema destra, indicato come uno dei principali istigatori per la destituzione di Petro Castillo, ora figura per succedere a Dina Boluarte alla presidenza del Perù. È accusato di violazione dei diritti umani, arricchimento illecito, legami con il narcotraffico secondo la stessa DEA statunitense.
Lo scorso 7 dicembre è iniziato in Perù l’insediamento di un governo autoritario di carattere militare-parlamentare, che utilizza come facciata “istituzionale” la stessa ex vicepresidentessa di Pedro Castillo, Dina Boluarte, che si è prestata a questa manovra.
Fin dall’inizio si è parlato del ruolo dell’ambasciata USA negli eventi, così come dei loro presidenti affini come Bolsonaro e Boric in Sud America, che non si sono minimamente vergognati di sostenere un governo che si è installato in un dubbio quadro giuridico e sul massacro di giovani indigeni di diverse regioni andine.
Tuttavia tutti gli allarmi sono scattati l’ultima settimana di dicembre, quando si è preteso nominare come successore il presidente del Congresso, José Williams, che molti definiscono come il principale artefice del complotto golpista, anello di congiunzione tra il Legislativo e i militari.
José Williams Zapata è un generale in pensione, ex capo del Comando Congiunto delle Forze Armate del Perù, diventato parlamentare di un partito di estrema destra (Alianza País). Il suo curriculum spazia dalla violazione dei diritti umani agli atti di corruzione, come avviene, in gran parte del continente, con i militari.
Nel 2021 è stato accusato di insabbiamento nel massacro di Accomarca,, avvenuto nel 1985, dove sono stati assassinati 69 contadini e secondo la Sovrintendenza di Banche, Assicurazioni e Amministratori dei Fondi Pensione del Perù, nel 2006, Williams è stato accusato di arricchimento illecito, quando presiedeva il Comando Congiunto dell’Esercito.
Ma non è tutto, come riportato dal prestigioso quotidiano La Jornada de México, la Divisione Antidroga della Polizia Nazionale (Divandro), la Drug Enforcement Administration (DEA) statunitense e WikiLeaks, quando José Williams era a capo della Regione Militare Nord di Piura (dal 2004 al 2005), è stato legato al cartello di Tijuana.
Secondo Wayka.pe, nel 2010, quando WikiLeaks ha fatto trapelare documenti diplomatici segreti dall’ambasciata USA a Lima, Williams aveva legami con collaboratori di questa organizzazione criminale messicana. Il 12 marzo 2009, l’ambasciatore Michael McKinley ha inviato un cablogramma segreto al Dipartimento di Stato avvertendo che Williams Zapata era presumibilmente collegato all’ex capitano Jonathan Huacac Torrico (collaboratore identificato del cartello di Tijuana) ed era stato visto incontrare i signori della droga messicani nel Casinò Militare di quella regione militare.
Con questa fedina, Williams Zapata sarebbe stato uno dei principali artefici del piano golpista dal Congresso contro Castillo, come stabilito dal quotidiano La Jornada, coordinandosi con l’alto comando militare peruviano e l’ambasciatrice USA a Lima, Lisa Kenna, una ex agente della Central Intelligence Agency (CIA), che si avvaleva dell’addetto militare di quella missione diplomatica, Mariano Alvarado, ufficiale operativo del Military Assistance and Advisory Group (MAAG) del Pentagono, che mantiene stretti contatti con i generali peruviani.
Perú. Quién es José Williams, líder del congreso que derrocó a Pedro Castillo
Por Joaquín Pérez / Resumen Latinoamericano
José Williams Zapata, general en retiro y parlamentario de un partido de extrema derecha, sindicato como uno de los principales instigadores para la destitución de Petro Castillo, ahora figura para suceder a Dina Boluarte en la presidencia de Perú. Es acusado de violación a los DDHH, enriquecimiento ilícito, vínculos con el narcotráfico según la misma DEA de EEUU.
El pasado 7 de diciembre comenzó en Perú la instalación de un gobierno autoritario de carácter militar-parlamentario, que usa como fachada «institucional» a la propia exvicepresidenta de Pedro Castillo, Dina Boluarte, quien se prestó para dicha maniobra.
Desde un primer momento se ha hablado del papel de la embajada norteamericana en los hechos, así también de sus mandatarios afines como Bolsonaro y Boric en Sudamérica, que no tuvieron la más mínima vergüenza a apoyar un gobierno que se instaló en un dudoso marco legal y sobre la masacre de jóvenes indígenas de distintas regiones andinas.
Sin embargo, todas las alarmas saltaron la última semana de diciembre, cuando se pretendió dejar de sucesor al presidente del Congreso, José Williams, a quienes muchos definen como el principal operador de la trama golpista, el vínculo entre el Legislativo y los militares.
José Williams Zapata, es un general retirado, exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Perú, advenido en parlamentario por un partido de extrema derecha (Alianza País). Su curriculum va de la violación a los derechos humanos a hechos de corrupción, como ocurre en buena parte del continente con los uniformados.
El 2021 fue acusado de encubrimiento en la masacre de Accomarca, ocurrida en 1985, donde fueron asesinados de 69 campesinos y según la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras de Fondos de Pensiones de Perú, en 2006 Williams fue acusado por enriquecimiento ilícito, cuando presidia en Comando Conjunto del Ejército.
Pero esto no es todo, como informó el prestigioso diario la Jornada de México, la División Antidrogas de la Policía Nacional (Divandro), la Administración de Control de Drogas de EEUU (DEA, por sus siglas en inglés) y WikiLeaks, cuando José Williams fue jefe de la Región Militar Norte de Piura (de 2004 a 2005), se vinculó con el cártel de Tijuana.
Según Wayka.pe, en 2010, cuando WikiLeaks filtró documentos diplomáticos secretos de la embajada de EEUU en Lima, Williams tenía nexos con colaboradores de esta organización criminal mexicana. El 12 de marzo de 2009, el embajador Michael McKinley, envió un cable secreto al Departamento de Estado donde advertía que Williams Zapata estaba presuntamente vinculado con el excapitán Jonathan Huacac Torrico (identificado colaborador del cártel de Tijuana) y había sido visto reunido con capos mexicanos en el Casino Militar de esa región castrense.
Con este prontuario, Williams Zapata habría sido uno de los principales articuladores del plan golpista desde el Congreso contra Castillo, como establece el Diario La Jornada, coordinando con el alto mando militar peruano y la embajadora de Estados Unidos en Lima, Lisa Kenna, una exagente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), quien se apoyó en el agregado castrense de esa misión diplomática, Mariano Alvarado, oficial de operaciones del Grupo de Asistencia y Asesoramiento Militar del Pentágono (MAAG), quien mantiene estrecho contacto con los generales peruanos.