L’ultimo movimento a Washington non è andato giù al superbo Mauricio. La nomina di Marco Rubio, da parte di Trump, a Consigliere ad interim per la Sicurezza Nazionale, parallelamente alla sua titolarità del Dipartimento di Stato, ha contrariato l’Inviato Speciale del presidente per l’America Latina. Claver-Carone e il signorino Rubio, a quanto pare, si sopportano ma non si digeriscono.
Questo si evince dalle valutazioni dei media USA e argentini sulle cause che hanno spinto Carone a far trapelare a Bloomberg che lascerà il suo incarico per tornare a dirigere la sua impresa privata, la Lara Fund, un fondo d’investimento con sede a Miami. Per farlo invocherà la cosiddetta “Legge dei 130 giorni”, che limita a quel periodo la possibilità per una persona di servire come impiegato speciale del governo federale negli USA senza una nomina formale del Senato, per tale entità temporale.
Secondo il quotidiano argentino di destra Clarín, “Claver-Carone ha avuto molto potere nel primo governo Trump, come consigliere nazionale alla Casa Bianca. Ma ora è stato oscurato – e c’è chi afferma che non vadano affatto d’accordo – dalla figura del segretario di Stato Marco Rubio, cubano-americano come lui, ma con un crescente prestigio internazionale e un’influenza nazionale. Trump ha appena affidato a Rubio l’incarico chiave – per ora temporaneo – di consigliere per la sicurezza nazionale, in sostituzione di Mike Waltz, il primo grande silurato del suo secondo mandato”.
Altre fonti lasciano intendere che la questione di Mauricio abbia a che fare più con conflitti d’interesse legati al suo ruolo di governo. “Ha esagerato con gli affari”, mi fa notare l’amico e profondo conoscitore di questi temi, Reinaldo Taladrid.
Non sarebbe certo strano per un tipo corrotto e licenzioso come Claver-Carone, che per oltre un decennio ha vissuto dell’industria anticubana come lobbista della menzogna a Washington. Più tardi, fu espulso dalla carica di Presidente della Banca Interamericana di Sviluppo – dove era stato piazzato da Trump – per aver concesso favori salariali e promozioni alla sua amante fin dai tempi in cui era Consigliere per la Sicurezza Nazionale per l’America Latina nel primo governo Trump.
In quell’amministrazione, dove Carone aveva un ruolo più privilegiato rispetto a Rubio (che all’epoca era ancora senatore), fu lui l’artefice principale delle oltre 200 infami misure che il governo trumpiano impose contro Cuba.
Il suo curriculum è talmente odioso che perfino nell’Argentina di Milei si sono rallegrati della sua uscita di scena. “La caduta di Claver-Carone è stata festeggiata dalla squadra economica guidata da Toto Caputo, che durante la negoziazione con il FMI ha dovuto subire i sabotaggi dell’ormai ex funzionario trumpiano che chiedeva la cancellazione dello swap con la Cina”, scrive il sito La Política Online.
Uno dei più contenti è il Capo di Gabinetto di Milei, Guillermo Francos. I contrasti tra Claver-Carone e Francos risalgono a quando quest’ultimo era rappresentante argentino presso la BID. Claver-Carona accusò Francos di aver promosso la sua destituzione dall’organismo nel 2022, dopo la denuncia per la sua relazione intima con la sua capa di gabinetto, Jessica Bedoya, che aveva favorito con promozioni.
“Claver è stato un disastro per molteplici ragioni. Per aver avuto una relazione impropria, per aver aumentato in modo sproporzionato lo stipendio di quella relazione impropria, per aver mentito e per la gestione arbitraria e autoritaria che lo ha mostrato come un vero bullo”, disse Francos nel 2022.
Qualunque sia la causa, o entrambe, il fatto è che Mauricio Claver-Carone in questa amministrazione è durato quanto una caramella davanti all’ingresso di una scuola. E da queste parti, non lo rimpiangeremo di certo. Degno figlio di ciò stesso che ha rappresentato contro il popolo cubano. Addio.
Crónica de una muerte anunciada: Se va Claver-Carone
Por: Randy Alonso Falcón
El más reciente movimiento en Washington no le ha sentado muy bien al soberbio Mauricio. El nombramiento por Trump de Marco Rubio como Consejero Interino de Seguridad Nacional a la par de su titularidad del Departamento de Estado, ha contrariado al Enviado Especial del presidente para América Latina. Claver-Carone y el señorito Rubio al parecer se tragan pero no se mastican.
Eso se desprende de las valoraciones de medios estadounidenses y argentinos sobre las causas que han llevado a Carone a filtrar a Bloomberg que deja su cargo para volver a conducir su empresa privada, Lara Fund, un fondo de inversión con sede en Miami. Para eso invocará la Ley de 130 días, que limita que una persona sirva como empleado especial del gobierno federal en Estados Unidos, sin nominación formal del Senado, por esa cantidad de días.
Según el diario derechista argentino Clarín “Claver Carone tuvo mucho poder en el primer gobierno de Trump, como consejero nacional de la Casa Blanca. Pero que ahora quedó opacado -y hay quienes afirman que no se llevan bien- por la figura del secretario de Estado, Marco Rubio, de origen cubano americano como él, pero con un creciente prestigio internacional e influencia nacional. Trump le acaba de dar a Rubio el cargo clave -por ahora temporario- de asesor de seguridad nacional, en reemplazo de Mike Waltz, su primer gran destituido en su segundo mandato”.
Otras fuentes dejan ver que lo de Mauricio tiene más que ver con conflictos de intereses con su puesto en el gobierno. “Se le fue la mano con los negocios”, me apunta el fraterno y avezado estudioso de estos temas Reinaldo Taladrid.
Eso no sería extraño en un tipo corrupto y licencioso como Claver-Carone, quien por más de una década vivió de la industria anticubana como lobbysta de la mentira en Washington y después fue expulsado del puesto de Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, donde lo impuso Trump, por otorgar favores salariales y de puestos a su amante desde los tiempos en que era Consejero de Seguridad Nacional para Latinoamérica del primer gobierno Trump.
En esa administración, donde Carone tenía un puesto más privilegiado que el de Rubio (este era entonces senador), él fue el artífice principal de las más de 200 ominosas medidas que el gobierno trumpista impuso contra Cuba.
Su historial es tan odioso que hasta en la Argentina de Milei se alegran de su partida. “La caída de Claver-Carone fue festejada por el equipo económico que lidera Toto Caputo, que tuvo que soportar durante la negociación con el FMI el torpedeo del ahora ex funcionario trumpista, que pidió que cancelen el swap con China”, apunta el medio digital La Política online.
Uno de los más contentos es el jefe de Gabinete de Milei, Guillermo Francos. Los enfrentamientos entre Claver-Carone y Francos provienen de cuando éste era representante argentino ante el BID. El estadounidense acusó a Francos de haber impulsado su destitución del organismo en 2022 tras la denuncia por su relación íntima con su jefa de gabinete, Jessica Bedoya, a quien había beneficiado con ascensos.
“Claver fue un desastre por varios motivos. Por haber tenido una relación impropia, por haber incrementado el salario a esta relación impropia de una manera desproporcionada, por haber mentido y por estos manejos arbitrarios y autoritarios que lo mostraron como un verdadero matón”, dijo Francos en 2022.
Sea una u otra la causa, o las dos, lo cierto es que Mauricio Claver-Carone duró en esta administración lo que un dulce en la puerta de un colegio. Y no lo vamos a llorar por estos lares. Buen hijo de eso mismo que ha sido contra el pueblo cubano. Abur.