Marco Rubio ha emesso un avviso pubblico in cui si afferma che i diplomatici cubani negli USA devono notificare all’Ufficio delle Missioni Straniere del Dipartimento di Stato ogni «incontro» con rappresentanti o visite a scuole, governi locali o statali, strutture agricole o laboratori nazionali. Non è chiaro cosa si intenda per «incontro» e se si riferisca solo a riunioni in presenza oppure anche a ogni forma di comunicazione, come telefonate o e-mail. I diplomatici cubani a Washington D.C. sono già obbligati a notificare al Dipartimento di Stato ogni viaggio oltre il perimetro della I-495.
La misura arriva pochi giorni dopo che l’incaricato d’affari USA a Cuba, Mike Hammer, ha pubblicato su Instagram un video in cui annunciava un viaggio nell’isola e invitava la popolazione a parlargli. Il video sembra innocuo. Ma, considerando il contesto della guerra economica del governo USA, i milioni di dollari spesi ogni anno in programmi non dichiarati di «promozione della democrazia» e le recenti dichiarazioni secondo cui la «transizione» nell’isola sarebbe «imminente», potrebbe essere interpretato come una provocazione. Da quando ha assunto la guida della missione USA, lo scorso anno, Hammer ha incontrato frequentemente dissidenti, sia fuori che dentro Cuba, incluso il noto attivista José Daniel Ferrer, a febbraio.
Hammer ha incontrato di recente anche Guillermo «Coco» Fariñas, capo del gruppo d’opposizione FANTU. Hammer era accompagnato da Leslie Núñez Goodman, una diplomatica cubano-statunitense originaria di Miami che lavora sotto la sua direzione come responsabile della diplomazia pubblica dell’ambasciata. Dopo l’incontro, Fariñas ha diffuso un comunicato in cui raccontava cosa aveva detto a Hammer e Núñez sarebbe necessario per un cambio di regime a Cuba: un’«esplosione sociale», un colpo di Stato militare e un blocco navale e aereo (presumibilmente imposto dal governo USA). Fariñas ha riferito di aver chiesto a Hammer e Núñez di inviare i suoi saluti a Marco Rubio.
Il 14 maggio, Hammer ha pubblicato un altro video in stile influencer su Instagram. Questa volta ha visitato Bejucal, nella provincia di Mayabeque, per incontrare cittadini cubani e «ascoltare le loro storie, preoccupazioni e sogni». Nel post ha invitato le persone a scrivere un’e-mail all’ufficio per gli affari pubblici dell’ambasciata se desideravano ricevere una sua visita.
Esistono precedenti di diplomatici USA che hanno cercato di provocare una rottura delle relazioni diplomatiche. James Cason, capo della Sezione d’Interessi USA a Cuba, dal 2002 al 2005, viaggiò per l’isola promettendo ai dissidenti «aiuti morali e materiali», secondo quanto riportato da Progreso Semanal. Anni dopo, Roger Noriega, che era sottosegretario di Stato per gli Affari dell’Emisfero Occidentale mentre Cason era a Cuba, dichiarò a un’emittente di Miami: «Dicemmo al nostro amico James Cason che se fosse riuscito a farsi espellere dal regime cubano, avremmo potuto rispondere chiudendo la Sezione d’Interessi cubana a Washington».
(Tratto da Belly of the Beast)
¿Intenta EE.UU. provocar una ruptura de relaciones?
Marco Rubio ha emitido un aviso público de que los diplomáticos cubanos en Estados Unidos deben notificar a la Oficina de Misiones Extranjeras del Departamento de Estado antes de cualquier «encuentro» con representantes o visitas a escuelas, gobiernos locales o estatales, instalaciones agrícolas o laboratorios nacionales. No está claro qué significa «encuentro» y si incluye solo reuniones presenciales o toda comunicación como llamadas telefónicas o correos electrónicos. Los diplomáticos cubanos en Washington D.C. ya están obligados a notificar al Departamento de Estado si viajan más allá de la I-495.
La medida llega días después de que el encargado de negocios estadounidense en Cuba, Mike Hammer, publicara un video en Instagram anunciando que viajaba por la isla y animaba a la gente a hablar con él. El video parece inocuo. Pero dado el contexto de la guerra económica del gobierno estadounidense, los millones anuales gastados en programas no revelados de «promoción de la democracia» y declaraciones recientes de que la «transición» en la isla es «inminente», podría verse como una provocación. Desde que asumió como jefe de la misión estadounidense el año pasado, Hammer se ha reunido frecuentemente con disidentes, tanto fuera de Cuba como en la isla, incluido el prominente activista José Daniel Ferrer en febrero.
Hammer también se reunió recientemente con Guillermo «Coco» Fariñas, líder del grupo opositor FANTU. Hammer estuvo acompañado por Leslie Núñez Goodman, una diplomática cubanoestadounidense de Miami que se desempeña bajo Hammer como oficial de diplomacia pública de la embajada. Tras la reunión, Fariñas emitió un comunicado relatando lo que les dijo a Hammer y Núñez que sería necesario para un cambio de régimen en Cuba: una «explosión social», un golpe militar y un bloqueo naval y aéreo (presumiblemente impuesto por el gobierno estadounidense). Fariñas dijo que pidió a Hammer y Núñez que enviaran saludos a Marco Rubio.
El 14 de mayo, Hammer publicó otro video al estilo influencer en Instagram. Esta vez visitó Bejucal, Mayabeque, para reunirse con cubanos y «escuchar sus historias, preocupaciones y sueños». La publicación pide a las personas que escriban un correo electrónico a la oficina de asuntos públicos de la embajada si quieren que Hammer los visite.
Hay precedentes de un diplomático estadounidense intentando provocar una ruptura de relaciones diplomáticas. James Cason, jefe de la Sección de Intereses de EE.UU. en Cuba de 2002 a 2005, viajó por la isla prometiendo a disidentes «ayuda moral y material», según Progreso Semanal. Años después, Roger Noriega, quien fue subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental mientras Cason estaba en Cuba, dijo a una emisora de Miami: «Le dijimos a nuestro amigo James Cason que si lograba provocar que el régimen cubano lo expulsara del país, podríamos responder cerrando la Sección de Intereses Cubana en Washington».
(Tomado de Belly of the Beast)
