Defender la Patria es la prioridad de todo el que se sienta cubano

 

DISCURSO DE APERTURA DE LA III CONFERENCIA "LA NACIÓN Y LA EMIGRACIÓN",

PRONUNCIADO POR FELIPE PÉREZ ROQUE, MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES.

 

LA HABANA, 21 DE MAYO DE 2004.

Compañero Esteban Lazo Hernández, vicepresidente del Consejo de Estado, miembro del Buró Político de nuestro Partido;

Invitadas e invitados a esta III Conferencia "La Nación y la Emigración";

Compañeras y compañeros:

Foto: JORGE LUIS GONZÁLEZHa resultado para nosotros sorprendente la enorme afluencia que en esta coyuntura ha tenido la III Conferencia. Pensábamos que esta sala sería suficiente para los invitados que asistirían, que de manera optimista creíamos que podrían, quizás, superar el centenar, y por eso el local nos ha quedado pequeño.

Conocer que en este momento, y todavía llegando en vuelos ahora en la mañana y a lo largo del día otros asistentes a nuestra conferencia, el hecho de que haya ya 451 invitados —más de 200 provienen de EstadosUnidos—, de 45 países, en los cuales hay núcleos de cubanos residentes en el exterior, constituye, a nuestro juicio, el primer éxito de esta conferencia.

La II Conferencia "La Nación y la Emigración", en el año 1995, contó con la participación de 332 cubanos residentes en el exterior; eran un centenar más que la anterior, la primera, que había sido en el año 1994. Aquí hay algunos invitados esta vez que estuvieron también en la I y en la II Conferencia, y eran muchos más, por supuesto, que en el diálogo de 1978.

De manera que tener entre nosotros en este momento a más de 400 cubanos residentes en el exterior, considero que da una amplitud y constituye un estímulo inestimable para los organizadores de esta conferencia.

Al dejar inaugurada esta III Conferencia "La Nación y la Emigración", damos la bienvenida a todos los invitados y, en especial, a los que venciendo presiones, riesgos y una gran incertidumbre, han llegado desde EstadosUnidos (Aplausos).

Lo subrayo de manera especial, porque estamos al tanto de las presiones, de las llamadas telefónicas conminatorias, de los anuncios públicos y de todo el trabajo desplegado en las últimas horas; y en los últimos días, para hacer desistir a una parte de los invitados de estar presente hoy.

Los que no han podido llegar, de todas maneras están presentes también en nuestro respeto, y sus puntos de vista y sus aportes, si no se pueden escuchar en estos días, los conoceremos también através de la vía consular y através de nuestros contactos con ellos.

Entendemos la conferencia, y ustedes lo saben, como un proceso permanente. No se trata de que cada un tiempo haya conferencia, tiene que haber un diálogo permanente, del cual la conferencia es un hito, una parada; pero no es el único momento. Tiene que ser cada vez más sistemático y fluido, como nos proponemos y como de alguna manera ha sido este proceso previo a la conferencia, el diálogo, el intercambio, entre las instituciones cubanas, nuestro gobierno y los cubanos residentes en el exterior.

Pasaron ya diez años de la I Conferencia. En este período se probó con creces que el proceso de normalización de las relaciones de la emigración con el país, iniciado por nuestro Gobierno durante el Diálogo del 78, resultado de la madurez y fortaleza de la Revolución, y que continuó durante la I y II Conferencias, es irreversible. Los resultados de las decisiones tomadas son alentadores, aun en medio de la hostilidad creciente, las amenazas de agresión y la manipulación del tema migratorio contra Cuba.

Cuando celebramos la I Conferencia, en 1994, los cubanos prácticamente no podían emigrar legalmente hacia Estados Unidos. El Gobierno norteamericano incumplía flagrantemente los acuerdos vigentes desde mediados de la década del 80. Ello provocó una nueva crisis migratoria, la llamada crisis de los balseros, posterior a aquella I Conferencia, a partir de la cual se establecieron nuevos acuerdos que, aunque no han sido cumplidos a plenitud por el Gobierno norteamericano, han permitido emigrar legalmente hacia Estados Unidos en los últimos diez años a casi 200 000 cubanos. Una vez más ha sido el Gobierno cubano quien ha defendido y hecho posible el derecho a emigrar legalmente hacia ese país.

En 1994 vinieron de visita a Cuba 37 000 cubanos residentes en el exterior —en 1994, 37 000—; en el 2003, casi 168 000 cubanos vinieron de visita a nuestro país desde el exterior, de los cuales 115 000 vinieron desde Estados Unidos. Apréciese cómo en 10 años, de 37 000 cubanos que vinieron a Cuba en 1994 subió a 168 000 los que nos visitaron. Índice que prueba nuestra afirmación del avance alcanzado.

En el año 2000, 38 000 cubanos realizaron visitas familiares a EstadosUnidos. Treinta y ocho mil cubanos, residentes aquí en nuestro país, en el 2000 recibieron sus visas por el Gobierno de EstadosUnidos y pudieron viajar allí a ver a sus familiares. Ya el año pasado el número no llegó a 7 000, porque no recibieron las visas, el Gobierno de Estados no dio las visas para que pudieran ir. Si ahora no pueden los cubanos ir de visita a EstadosUnidos, es porque lo prohíbe el Gobierno norteamericano. Los que emigran legalmente ya no tienen que esperar 5 años para retornar de visita a nuestro país. Así era cuando se hizo la I Conferencia, los que emigraban legalmente debían esperar no menos de 5 años. Eso fue resuelto en aquel mismo evento y hoy ya está normalizado. Los jóvenes cubanos que residen en el exterior pueden cursar en Cuba estudios universitarios compensados y estudios de postgrado. Ya los emigrados de visita en nuestro país no tienen obligatoriamente que pernoctar en un hotel, como ocurría en 1994, tema también discutido en aquella I Conferencia. Se publica establemente la revista Correo de Cuba. Ustedes han recibido el último número.

Creo que debemos recordar en este momento al embajador Cabañas, que era nuestro director de Asuntos Consulares, fue el primer director de la dirección que se creó, que es ahora nuestro embajador en Austria... (Aplausos). Probablemente esté ahora en su computadora, allá en Viena, siguiendo por Internet la trasmisión en vivo de esta ceremonia inaugural.

Mañana se presentará oficialmente el Portal en INTERNET Nación y Emigración, dirigido a los cubanos residentes en el exterior (Aplausos), una publicación electrónica, dirigida especialmente hacia los intereses, las necesidades de información, de vínculo con el país de los cubanos residentes en el exterior, en la que esperamos también los cubanos residentes en el exterior escriban, publiquen, contribuyan, y que en un futuro, además, se propone no solo dar información, constituir vehículo de información e intercambio, sino prestar servicios también a los cubanos residentes en el exterior por esa vía.

Se ampliaron en estos años las posibilidades para el regreso definitivo al país de cubanos residentes en el exterior que desean retornar definitivamente al país; se eliminó desde 1994 la necesidad de permiso de entrada para los residentes temporales en el exterior, que suman ya más de 50 000. Cubanos que viven en el exterior de manera temporal, aunque su residencia permanente continúa estando en el país, pero que por razones personales diversas han fijado su residencia en el exterior, hoy son más de 50000, y el año pasado 34 000 de ellos vinieron de visita al país. En el año 1994, cada vez que iban a venir al país requerían solicitar un permiso. En esos años de la conferencia, en el propio mes de agosto de 1994, esa regulación se eliminó y desde hace 10 años los cubanos que temporalmente están residiendo en el exterior pueden venir a Cuba sin ningún otro trámite.

Desde 1995 funcionó la Vigencia de Viaje, que usaron el pasado año más de 20 000 emigrados cubanos para viajar al país, y que durante casi 10 años constituyó un mecanismo que permitía venir al país sin realizar el trámite de permiso de entrada al poseedor de la Vigencia; y por último, coincidiendo, de manera no sabemos si casual, con el anuncio de la entrada en vigor de las restricciones adicionales que el Gobierno de EstadosUnidos ha decidido contra los intercambios y contra los intereses, tanto de los emigrados cubanos en EstadosUnidos como de nuestra población, a partir del 1º de junio, dentro de unos días, los cubanos residentes en el exterior no necesitarán permiso de entrada al país (Aplausos).

Por otro lado, y en virtud de la decisión adoptada por nuestra Asamblea Nacional del Poder Popular en 1995, cuando se discutió la Ley de Inversión Extranjera, solo en los dos últimos años se han tramitado en Cuba 72 propuestas de negocios o inversiones de cubanos residentes en 12 países (Aplausos), 72 propuestas de negocios o inversiones de cubanos residentes en 12 países, cuando ya se van a cumplir próximamente 10 años en que nuestra Asamblea Nacional hizo aquel debate histórico y aprobó la Ley de Inversiones. De las 7 compañías que operan vuelos charter a Cuba desde territorio norteamericano, 6 son propiedad de cubanos (Aplausos). Más de 100 agencias de viaje, también propiedad de cubanos —más de 100—, participan en la realización de los viajes a nuestro país —desde EstadosUnidos, país donde vive más del 70% de los emigrados cubanos—, que han venido creciendo pese a las draconianas medidas y la constante persecución del Gobierno norteamericano para impedirlos. Así que básicamente eso hoy son operaciones comerciales, de viajes hacia el país, realizadas por agencias de viajes y compañías de vuelo charter propiedad de cubanos que viven en aquel país.

A la pasada Feria Agroalimentaria, celebrada en La Habana con presencia de empresas norteamericanas hace unos meses, asistieron más de una veintena de ejecutivos de origen cubano residentes en Estados Unidos.

La relación de los emigrados con la vida cultural del país es hoy una realidad. Discutido como un sueño, como una posibilidad en 1978 y después en 1994, hoy es una realidad. Entre 1996 y el 2003, se publicaron en Cuba 53 títulos con obras de 163 autores cubanos residentes en más de 15 países. Se puede decir que hoy es un hecho habitual, forma parte del panorama cultural habitual de Cuba, la publicación por las instituciones y las editoriales cubanas de las obras de autores cubanos residentes en otros países (Aplausos). Ciento sesenta y tres autores, algunos no han sido publicados porque se han negado a que su obra sea publicada por las editoriales cubanas; pero no ha quedado por Cuba, ha sido por ellos, un par de excepciones. Pero hoy es un hecho habitual, 163 autores en 53 títulos publicados en los últimos años, residentes en 15 países.

En igual período, entre 1996 y 2003, se publicaron en revistas culturales cubanas más de 200 artículos de 106 autores residentes en el exterior. Es decir, constituye un hecho normal la publicación en las revistas cubanas de la obra, la creación, la producción literaria, la crítica cultural, de autores cubanos residentes en otros países. No voy a hablar de la participación como columnistas de temas políticos, incluso con secciones habituales en nuestra prensa, me he referido aquí solamente a los datos culturales, lo otro es también ya algo normal. En las publicaciones de carácter político, informativo, aparecen también las columnas, los puntos de vista de cubanos que residen en el exterior. En los últimos años, más de una decena de autores cubanos residentes en el exterior presentaron sus obras en la Feria Internacional del Libro de LaHabana, y algunos de ellos han integrado los jurados de prestigiosos premios literarios de nuestro país, como el Premio Casa de las Américas y otros.

Todo esto nos permite asegurar que nuestro Gobierno y diversas instituciones cubanas, con el activo concurso y participación de los cubanos residentes en el exterior, han trabajado con seriedad y que la situación es hoy totalmente diferente a la que teníamos cuando se celebró la I Conferencia.

No decimos que hemos llegado a donde queremos y debemos, pero decimos que ha habido un gran avance y que la situación es hoy diametralmente opuesta a la que existía, en medio de una coyuntura que no puede ser desconocida, que no es propicia precisamente al intercambio.

Hoy podemos anunciar, además, nuevas decisiones que facilitarán la atención y las relaciones con los cubanos residentes en el exterior. Estas son:

Primero: La creación de una nueva oficina, adscrita inicialmente al MINREX, para atender a los cubanos residentes en el exterior, con funciones y atribuciones más amplias que las que hoy realiza la Dirección de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior del MINREX (Aplausos).

En 1978 se habló de que había que crear alguna instancia. En 1994 se creó la Dirección de Atención a los Cubanos Residentes en el Exterior, a la que después se le entregó también la responsabilidad de los temas consulares; hoy hablamos de un propósito más ambicioso y de una oficina con mayores atribuciones y funciones, que jugará un papel importante en la atención y los vínculos con los cubanos que residen en el exterior, que nacerá inicialmente adscrita al Ministerio, en el futuro ya se verá.

Segundo: La decisión de otorgar becas universitarias para hijos de emigrados cubanos (Aplausos).

En 1994 se habló de que jóvenes cubanos residentes en el exterior pudieran en Cuba hacer estudios de postgrados, y se acordó. En 1995 se habló de estudios universitarios en Cuba pagados; en esta ocasión, nuestro Gobierno Revolucionario ha decidido el otorgamiento de becas universitarias para hijos de emigrados cubanos, que podrán estudiar en nuestras universidades becados, como lo hacen los jóvenes cubanos que residen en el país.

Tercero: La creación de un programa de cursos de verano de idioma español (Aplausos), historia y cultura cubanos, especialmente diseñado para descendientes de cubanos residentes en el exterior (Aplausos). Sobre todo, pensando en jóvenes que han nacido en otras tierras, hijos de padres de cubanos y para los cuales, la búsqueda de la raíz familiar, el idioma, la cultura, la historia de la Patria constituyen prioridad. No decimos para los residentes en el exterior, pero también están incluidos, ¿no?, pero, bueno, esos sí tienen la raíz clara y definida (Risas); pero, sobre todo, pensando en los hijos, jóvenes que han nacido en otras latitudes.

Cuarto: La adopción de nuevas medidas que harán más expeditos y seguros los procedimientos aduanales (Aplausos y exclamaciones) —No creí que iba a ser tan popular esta medida (Risas). Ello incluirá el sistema de valoración por peso del equipaje, que deberá resolver uno de los temas que provoca hoy mayor cantidad de quejas y molestias (Aplausos).

Dicho esto, creo necesario subrayar tres cuestiones:

Primero: No existen problemas de fondo hoy entre la Nación y sus emigrados (Aplausos). En lo esencial, y aun cuando debemos seguir trabajando en el futuro —y ya dije que no creemos, ni mucho menos, que ha terminado aquí este proceso, que es continuo, irreversible y permanente—, en lo esencial, las decisiones tomadas en la última década han creado las condiciones para la normalización paulatina de las relaciones entre la Nación y la Emigración (Aplausos). Mienten los que presentan la permanente agresión del Gobierno de Estados Unidos —en alianza con una elite corrupta, ambiciosa y antipatriótica de cubanos residentes en aquel país— como "un problema entre cubanos". El problema real, desde nuestro punto de vista, tanto de los cubanos que viven en la Patria como el de todos los que, independientemente del país donde viven, sienten amor por Cuba y la desean libre y soberana, es la decisión del Gobierno del Presidente Bush, y este es para nosotros el problema real y no el otro —heredero de una apetencia imperial por Cuba que data de dos siglos— de negarnos el derecho a la libre determinación; de negarnos el derecho, reconocido en la Carta de Naciones Unidas, a ser un país independiente y a escoger, sin injerencias externas, nuestro modelo económico, político y social, nuestras leyes y nuestras instituciones (Aplausos).

Ese y no otro, y hay que decirlo aquí con toda honestidad, es hoy el problema. Y por eso digo que mienten los que dicen que hay un problema entre cubanos. Y por eso señalo desde nuestro punto de vista, con todo respeto, pero con toda franqueza, cuál es, en nuestra opinión, el problema que hay planteado hoy ante la nación cubana.

Segundo: El bloqueo económico y la política de agresión contra Cuba constituyen hoy el mayor obstáculo, ¡el mayor obstáculo!, a la normalización plena de las relaciones entre la emigración cubana y nuestro país. Y hay que decirlo, y no solo de las relaciones con los cubanos que residen en EstadosUnidos, es también el bloqueo hoy el mayor obstáculo a las relaciones de los cubanos que viven en cualquier lugar del mundo, que afecta, en primer lugar, a sus familias en Cuba; pero que también restringe y coarta derechos de los cubanos que viven en EstadosUnidos y en otros países.

Tercero: Las medidas anunciadas por el Presidente Bush, el pasado 6 de mayo, constituyen una nueva y flagrante violación de los derechos humanos, tanto de los cubanos que viven en Estados Unidos como de los que viven en la Isla. Su enfrentamiento —el enfrentamiento a esas medidas— debe ser hoy, en nuestra opinión, la principal prioridad de todo el que se sienta cubano (Aplausos y exclamaciones de: "¡No bloqueo, no bloqueo!").

Al afirmar que el enfrentamiento a estas últimas decisiones debe ser hoy la principal prioridad de todo el que se sienta cubano, no ignoro, y, además, subrayo, que los que nos hemos reunido en esta sala no somos un bloque monolítico de creencias políticas, filosóficas ni credos religiosos. Comprendemos y respetamos el hecho de que en esta sala hay reunidos diversas ideas políticas sobre el presente y sobre el futuro de nuestro país, diferentes concepciones ideológicas, diferentes creencias religiosas, y por eso lo subrayo, para dejar claro que nosotros comprendemos bien lo que decimos cuando afirmamos que la prioridad hoy para todo el que se sienta cubano ha de ser el enfrentamiento a lo que constituye un nuevo obstáculo en el momento en que ustedes y nosotros hacemos esfuerzos mayores para que la relación y los intercambios con el país sean más amplios, diversos y normales (Aplausos).

Nosotros estamos conscientes de que no estamos hablando ni vamos a discutir en la tarde, cuando hagamos los debates, y mañana y pasado, con una representación de cientos de personas que comparten todas nuestras ideas. Nosotros sabemos bien de qué se trata esta reunión. Con todo respeto la hemos organizado, pero decimos con franqueza lo que creemos, y nos parece que esta conferencia que se convocó con mayor antelación, se da en un momento peculiar y único de la historia de nuestro país, y ocurre en una coyuntura marcada, y no podría ser ignorado, por el reciente anuncio del presidente Bush, en el que aprueba todas las medidas que le fueron presentadas en el llamado Informe para la transición a una Cuba libre, tema al que me voy a referir. (Del público le dicen: "Pero lo que Bush no sabe es que no lo va a lograr ni con esta ni con muchas otras medidas que tire.") (Aplausos.)

Sin embargo, precisamente ahora, cuando se incrementan las presiones y amenazas contra Cuba, son más fuertes nuestro optimismo y nuestra fe inquebrantable en que este pueblo noble y generoso no podrá ser doblegado (Aplausos). El pueblo que resistió estos últimos 14 años de enormes peligros y privaciones no se rendirá, menos ahora que ya sabe segura su victoria definitiva sobre el bloqueo y las agresiones (Aplausos). (Del público le dicen: "Porque Cuba no come miedo".)

Y lo debo decir, porque en esta sala también hoy están presentes los principales protagonistas, que son 11 millones de cubanos que han defendido a este país libre (Aplausos). Y hay que decirlo, hay que decirlo, hay más de 11 millones que no están, pero sí están, cuya confianza no puede ser traicionada; cuyas ilusiones de un país mejor para sus hijos que el que nosotros hemos tenido, no puede ser traicionada; cuya generosidad, su espíritu de amistad, de apertura hacia el mundo, su vocación universal de pueblo que entiende que Patria es humanidad, no puede ser traicionada.

Por tanto, cuando digo con todas sus letras que aun en este momento de más peligros es más fuerte nuestro optimismo y nuestra fe inquebrantable, lo digo porque sabemos lo que estamos diciendo, porque sabemos que tenemos al pueblo, sin cuyo apoyo la Revolución no hubiera podido resistir las enormes dificultades que se plantearon ante ella hace más de una década (Aplausos y exclamaciones de: "¡Viva el pueblo de Cuba!"). Un país cuya economía cayó entre 1989 y 1993, un 35%; cuyas importaciones cayeron de 8 500 millones a 1 500 millones de dólares; que vivió con 18 horas diarias sin electricidad, cero transporte público, hambre, y en medio de esas privaciones tiene hoy —en que la situación es mejor, por supuesto— estudiando en sus universidades, gratuitamente, a 17 000 jóvenes pobres de 110 países (Aplausos).

Cuando celebramos la I Conferencia, 10 años atrás —lo recordarán bien algunos invitados que estuvieron también en aquel momento, algunos cuyas caras he visto aquí en el público, algunos a los que he saludado— se discutía si la nación cubana sería capaz de sobrevivir a semejantes obstáculos y peligros. Había quienes dudaban de si podríamos soportar aquellas enormes dificultades, que podían ser superadas solo mediante una obra ciclópea. Hoy, 10 años después, ya nadie, ni siquiera nuestros enemigos más encarnizados, dudan de nuestra capacidad de vencer las dificultades y salir adelante. Esa es, probablemente, la causa de su desesperación y de su odio creciente contra nuestro pueblo, comprenden que se les acaba el tiempo, que si no es ahora, no será nunca. Como yo estoy seguro de que no será nunca (Aplausos).

Cuba dará un salto gigantesco hacia el desarrollo económico y social el día en que la dejen en paz construir su futuro (Aplausos), ¡un salto gigantesco hacia el desarrollo económico y social! Lo logrará igual aunque arrecie el bloqueo. Lo logrará igual, se lo digo aquí hoy a nombre de la dirección de nuestro gobierno y de nuestro pueblo. Lo logrará igual aunque arrecie el bloqueo; pero, indudablemente, sin los costos que implica la guerra económica que hoy debe soportar, nuestro país avanzaría mucho más rápido.

Las cosas hay que decirlas como son, y nadie podría desconocer el hecho de que nuestro país ha tenido durante más de cuatro décadas que batallar en condiciones que ningún pueblo tuvo que soportar durante tanto tiempo.

Y ese día, cuando ya no exista el bloqueo, ni la hostilidad, que esperamos ver con ustedes, esperamos no estarnos refiriendo a una quimera, sino a algo que podremos ver, y, si son sueños, la vida lo dirá; ese día, cuando ya no exista el bloqueo ni la hostilidad, ni los planes de la llamada "transición" para Cuba diseñados en Washington, ni los designios para anexar a Cuba a los Estados Unidos, entonces, ese día, los cubanos podrán viajar entre ambos países legalmente sin ningún tipo de restricción, excepto el escaso número de personas que por bochornosas y lesivas conductas contra la Patria no sean dignas de tal prerrogativa (Aplausos); en ese momento, entonces, los que deseen jubilarse en Cuba y tengan medios para ello, lo harán (Aplausos). No sé por qué tanto entusiasmo, si a los que yo veo aquí les falta mucho (Risas). (Del público le dicen algo.) El alma y el deseo de trabajar por la Patria no se jubilan nunca (Risas y aplausos).

No será delito, según las leyes norteamericanas, invertir y comerciar con nuestro país; habrán sido derogadas la Ley Helms-Burton y la Ley Torricelli (Exclamaciones de: "¡Fuera!"); en ese momento no habrá Ley de Ajuste Cubano ni estímulo a la emigración ilegal; ni cubanos muriendo para servir de propaganda y de campañas contra Cuba a los intereses espurios de una minoría que lucra y se beneficia de la propaganda sobre el tema. No habrá tampoco robo de cerebros; no habrá grupos terroristas amenazando impunemente a nuestro país y a los que desean viajar a Cuba y dialogar con sus autoridades, que declaran en la televisión, en los canales en Miami, que se están entrenando y aparecen con armamento pesado y ropa de camuflage diciendo que se preparan para atacar a la población civil de nuestro país; no habrá más transmisiones ilegales contra Cuba, no habrá más estaciones de radio y televisión mancillando el nombre del Apóstol de nuestra independencia (Aplausos); no habrá más dinero del presupuesto norteamericano para financiar la subversión y las campañas de mentiras contra Cuba; no habrá más planes de agresión militar ni intentos de asesinar a nuestros dirigentes. Nuestros cinco jóvenes héroes, presos políticos en cárceles norteamericanas habrán regresado (Aplausos, y exclamaciones de: "Libertad para los cinco. ¡Libertad!"). Nuestros cinco jóvenes héroes, que todo el mundo sabe que fueron víctimas del odio, que no estaban espiando; que contribuyeron, a riesgo de sus vidas, sacrificando la de ellos y la de su familia, a abortar con su trabajo planes terroristas que se disponían a hacer estallar, en pleno vuelo, aviones de los que vuelan entre Miami y Cuba, entre EstadosUnidos y Cuba, o entre Centroamérica y LaHabana. Y aquí un día muchas de estas cosas deberán decirse con toda claridad. Y, ¿qué hizo el gobierno de EstadosUnidos con la información aportada por ellos, que les dimos? En vez de buscar a los terroristas, buscaron a los que daban la información. Habrán regresado a su Patria en ese momento, junto a sus familias y su pueblo. La nación cubana habrá alcanzado al fin, tras siglos de lucha y enormes sacrificios, su derecho a vivir con plena justicia y libertad (Aplausos).

Finalmente, y ante los peligros que hoy amenazan la existencia misma de la nación cubana, quiero recordar que el próximo 12 de junio —dentro de unos días— se cumplirán 103 años del momento en que por 16 votos a favor —de los que 4 dijeron que lo hacían contra su voluntad, forzados por las circunstancias—, 11 en contra y cuatro ausentes, la Convención Constituyente cubana fue obligada a aceptar la Enmienda Platt. Antes de ese 12 de junio, el 25 de julio de 1900, el gobernador militar norteamericano en Cuba había dictado la Orden Militar 301 que establecía: "Por tanto, se ordena que tenga lugar una elección general de la Isla de Cuba, el tercer sábado de septiembre de 1900, para elegir delegados a la ConvenciónÁ para redactar y adoptar una Constitución para el pueblo de Cuba, y como parte de ella proveer y acordar con el Gobierno de los Estados Unidos en lo que respecta a las relaciones que habrán de existir entre aquel Gobierno y el Gobierno de Cuba", decía la orden. El país estaba ocupado militarmente por las tropas de EstadosUnidos; se había ido, había evacuado el ejército español, ya Gómez había escrito en su diario, sin tener la cita textual a mano: "Tristes se han ido ellos, y tristes hemos quedado nosotros. Siempre pensé que cuando esta guerra terminara y llegara la paz con España, nos encontraríamos en un abrazo con los adversarios de la víspera; pero la irrupción de un poder extranjero ha hecho más triste la derrota de ellos y nos ha impedido a nosotros gozar la victoria." Ahí está en su diario para lección de las futuras y presentes generaciones de cubanos. Según las regulaciones impuestas por el ejército de ocupación norteamericano en aquel momento solo 150 648 habitantes, el 7% de la población cubana de la época, que era poco mayor de un millón y medio de habitantes, tenían derecho a voto. De aquel más de un millón y medio fueron habilitados para votar poco más de 150 000. Así se organizaron, bajo el tutelaje rapaz del imperio, aquellas llamadas "elecciones".

Recordemos, ahora que nos aprestamos a discutir con amplitud, respeto y transparencia acerca de nuestra Cuba libre, el texto de la Enmienda Platt —son apenas siete artículos que me pareció correcto evocar en esta mañana singular para todos nosotros—:

Artículo 1 —decía aquel texto que terminó formando parte, como un apéndice, de nuestra Constitución, y que solo fue sacado de ella más de tres décadas después, cuando ya no era necesario para ejercer el dominio total y el protectorado sobre Cuba—: El Gobierno de Cuba nunca celebrará con ningún poder o poderes extranjeros ningún tratado u otro pacto que menoscabe o tienda a menoscabar la independencia de Cuba —así se le llamaba a la relación privilegiada—, ni en manera alguna autorice a ningún poder o poderes extranjeros a obtener por colonización o para propósitos militares o navales o de otra manera asiento en o jurisdicción sobre ninguna porción de dicha Isla. Veo a la doctora Olga Miranda siguiendo con atención el tema, que le dolió siempre como le duele hoy, y escribió mucho sobre eso. A partir de ese momento, Cuba tenía que recibir el beneplácito del Gobierno de Estados Unidos para celebrar un tratado o pacto con otro país. Los papeles históricos guardan las quejas británicas, porque el gobierno de Cuba no era autorizado a establecer un tratado de comercio con Gran Bretaña, porque el gobierno de EstadosUnidos se oponía. Así había terminado aquella gesta, en la que Mariana Grajales había perdido a casi todos los hijos y a su segundo esposo. Así terminaba la gesta en la que Martí había entregado su vida generosa.

Artículo 2: Dicho Gobierno —el de Cuba— no decidirá o contraerá ninguna deuda pública para el pago de cuyos intereses y su amortización definitiva, después de cubiertos los gastos corrientes del Gobierno, resulten inadecuados los ingresos ordinarios. A partir de ese momento, Cuba tendría que consultar con el Gobierno de Estados Unidos los niveles de endeudamiento a los que podría llegar. Esa era la nación independiente que un día como ayer, 20 de mayo, surgió en nuestra tierra querida. Me imagino que el presidente Bush, en materia de déficit fiscal, no se lance a darle consejos a Cuba, porque en este momento tiene un déficit de más de 500000 millones de dólares, y es el más negativo ejemplo de administración fiscal que existe sobre la faz de la Tierra.

Artículo 3: El Gobierno de Cuba consiente —subrayo eso: da su aprobación— a que los Estados Unidos pueden ejercer el derecho de intervención —que ejercieron más de una vez— para la preservación de la independencia y el sostenimiento de un gobierno adecuado a la protección de la vida, la propiedad y la libertad individual, y el cumplimiento de las obligaciones con respecto a Cuba, impuestas a los Estados Unidos por el Tratado de París y que deben ahora ser asumidas por el Gobierno de Cuba. A esta frase ignominiosa quedaba reducida la promesa de un país independiente por la que habían caído cientos de miles de cubanos —a eso había quedado en la Constitución—: "El Gobierno de Cuba consiente que los Estados Unidos pueden ejercer el derecho de intervenciónÁ" Creo que vale la pena recordarlo, porque tiene que ver con el drama y los retos de la nación cubana.

Artículo 4: Todos los actos realizados por los Estados Unidos durante su ocupación militar serán ratificados y tenidos por válidos, todo lo que haya ocurrido en el gobierno militar será aceptado y tenido por válido, y todos los derechos adquiridos a virtud de aquellos, serán mantenidos y protegidos. De esta manera se impedía la revisión —por el nuevo gobierno— de las fraudulentas operaciones, mediante las cuales los voraces capitales norteamericanos se habían apropiado de las mejores tierras y recursos de la joven nación. Se imponía aceptar en la Constitución que no sería revisado cómo las compañías norteamericanas se apropiaron de más de un millón de hectáreas en Holguín, Las Tunas, el norte de Oriente; cómo pasaron a ser propiedad de compañías norteamericanas, los recursos, las minas, los servicios. Se aceptaba en la Constitución que no sería revisada ninguna de esas transacciones. Así surgió la joven república, maniatada.

Artículo 5: El Gobierno de Cuba ejecutará y hasta donde sea necesario ampliará los planes y proyectos u otros que ulteriormente se convengan para el ulterior saneamiento de las poblaciones de la Isla, con el fin de evitar la recurrencia de enfermedades epidémicas e infecciosas, protegiendo así al pueblo y al comercio de Cuba, lo mismo que al comercio y al pueblo de los puertos del Sur de los Estados Unidos. Hipocresía y demagogia para ocultar lo evidente: Estados Unidos imponía a Cuba la condición de protectorado, sin independencia ni atribuciones. Nos recuerda la promesa en el nuevo plan de anexión de Cuba aprobado por el Presidente Bush —nos recuerda esto, porque el plan dice que en una Cuba que haya logrado la transición bajo tutelaje norteamericano, ellos van a, cito: "vacunar a todos los niños menores de 5 años de edad que no hayan sido vacunados" (Risas). Esa es una de las medidas propuestas por el señor Otto Reich y el señor Roger Noriega, en un país que vacuna a todos los niños, gratuitamente, contra 13 enfermedades, a lo largo de su vida (Aplausos).

Artículo 6: La Isla de Pinos queda omitida de los límites de Cuba propuestos por la Constitución, dejándose para un futuro tratado la fijación de su pertenencia. Descarada imposición que no ocultaba el plan de apoderarse de la Isla de Pinos. Como no lo lograron en este primer intento, dejaban el tema pendiente para lograrlo en un momento más favorable. No aceptaban la idea de que Cuba era un archipiélago, le llamaban a esto las islas de las Indias Occidentales, trataban a la Isla de Pinos como otro país; porque el plan era apropiarse, pero como no pudieron... Juan Gualberto Gómez se sentiría orgulloso de lo que los descendientes de aquellos cubanos hicieron, que se opuso de manera vertical, lo denunció. Querían apropiarse de la isla; como no lo lograron, impusieron en la Constitución que la isla quedaba omitida para discutirla en el futuro.

Artículo 7: Para poner en condiciones a los Estados Unidos de mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo de la misma, así como para su propia defensa —la de Estados Unidos, el Gobierno de Cuba venderá o arrendará a los Estados Unidos las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el Presidente de los Estados Unidos. De ahí nació la imposición de la Base Naval de Guantánamo, convertida hoy en un horrendo campo de concentración que lesiona la credibilidad y la autoridad moral del Gobierno de los Estados Unidos ante el mundo. La Base Naval de Guantánamo es la única, fíjense bien, instalación militar en el mundo que se mantiene en contra de la voluntad del país donde está enclavada. El Gobierno de Estados Unidos nos envía todavía hoy el cheque por 4 085 dólares anuales (Risas) —que por supuesto no cobramos— por la renta de los 117 kilómetros cuadrados que nos usurpa en una de las mejores bahías del país. Pero no renunciamos a que un día ese territorio ilegalmente ocupado sea devuelto a nuestra Patria (Aplausos).

Debemos recordar estas verdades que están presentes hoy, más que nunca, en el presente y en el futuro de la Patria y de esta conferencia.

Esta es la encrucijada que se levanta hoy ante la Nación Cubana: O el retorno a la República corrupta de la Enmienda Platt que nos ofrecen nuevamente la Ley Helms-Burton y la famosa Comisión para la Ayuda a una Cuba Libre del Presidente Bush, en la que 4 ó 5 millonarios ultraconservadores de Miami se disputen el "placer" de servir como presidente de turno al amo imperial, o la República viril, libre e independiente, "con todos y para el bien de todos", soñada por José Martí, que nuestro pueblo ha construido y está dispuesto a defender. Esa es hoy, en nuestra opinión, la encrucijada (Aplausos): O la de la Enmienda Platt, la Ley Helms-Burton y la Comisión para la Transición del Presidente Bush, o la otra: la de Martí con todos y para el bien de todos. Esa es la disyuntiva (Aplausos).

Entendemos que el derecho a llamarse cubano depende, más allá del lugar donde se viva, de la respuesta que se dé a esa pregunta y de la disposición a defender con la vida la independencia de nuestro país (Aplausos). Ese es el marco en que se da esta conferencia, es tan amplio como eso y tiene limitaciones tan claras como aquellas.

Bienvenidos a la Conferencia. Esperamos que estos 3 días de debate franco y abierto resulten de interés para la Patria.

Muchas gracias (Aplausos).