Negli ultimi mesi il Dipartimento di Stato degli Stati Uniti ha generato un nuovo pretesto per danneggiare le relazioni diplomatiche bilaterali, relazionato al processo del rilascio dei visti diplomatici e ufficiali necessari al personale delle rispettive ambasciate a Washington e a L’Avana, per la realizzazione delle loro funzioni.
La manovra consiste nel sostenere che Cuba ostacola il rilascio dei visti per i funzionari designati nell’Ambasciata degli USA in Cuba e che questo, si presume, rende difficile il lavoro di questa Missione Diplomatica.
Il Dipartimento di Stato, sostenendo questo, occulta deliberatamente che è stato il governo degli Stati Uniti che unilateralmente ha deciso di ridurre il personale della sua Ambasciata a L’Avana nel settembre del 2017, includendo soprattutto il personale incaricato dei servizi consolari, con i conseguente problemi per i cittadini cubani e statunitensi che dipendono da questi servizi.
È stato lui che ha deciso d’espellere arbitrariamente e ingiustamente 15 funzionari diplomatici cubani dall’ambasciata di Cuba a Washington, nell’ottobre dello stesso anno.
Da quella data il funzionamento delle due missioni è stato ridotto per via di queste decisioni unilaterali.
Ugualmente il rilascio dei visti richiesti per il personale delle rispettive ambasciate è stato sottoposto ad approvazioni e dilazioni capricciose del Dipartimento di Stato.
I dati parlano da soli. Dalla fine di settembre del 2017 il Governo degli Stati Uniti ha rilasciato solo 26 visti e ne ha negati sei per il personale necessario a Cuba nell’Ambasciata a Washington.
Nello stesso periodo il Ministero delle Relazioni Estere di Cuba ha consegnato 105 visti per il personale diplomatico e amministrativo, temporaneo e permanente dell’Ambasciata degli Stati Uniti a L’Avana e ne ha negato solo uno in reciprocità con il comportamento del Dipartimento di Stato.
Si tratta chiaramente di un comportamento sbilanciato ed estraneo alle norme di reciprocità che sono la pratica essenziale nelle relazioni diplomatiche.
Accusare Cuba di generare una situazione insostenibile per il funzionamento dell’Ambasciata degli Stati Uniti è un’evidente distorsione della realtà.
Il Governo cubano non è responsabile dell’instabilità e delle irregolarità generate unilateralmente dal Governo degli Stati Uniti per i funzionamento delle Missioni Diplomatiche dei due paesi nelle rispettive capitali.
Il Ministero delle Relazioni Estere mantiene la volontà di facilitare le richieste di ogni parte per il rispettivo funzionamento delle ambasciate, sulla base della reciprocità.
L’Avana, 28 novembre del 2018.
«Anno 60º della Rivoluzione».
Declaracion MINREX
En los últimos meses, el Departamento de Estado de los Estados Unidos ha ido generando un nuevo pretexto para afectar las relaciones diplomáticas bilaterales, relacionado con el proceso de otorgamiento de las visas diplomáticas y oficiales que requiere el personal de las respectivas Embajadas en Washington y en La Habana para el desempeño de sus funciones, afirma la Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores divulgada hoy.
La maniobra consiste en esgrimir que Cuba obstaculiza el otorgamiento de visas para los funcionarios designados en la Embajada de Estados Unidos en Cuba, lo que supuestamente dificulta el desempeño de esa Misión Diplomática.
Al hacerlo, el Departamento de Estado encubre deliberadamente que fue el gobierno de los Estados Unidos el que unilateralmente decidió reducir el personal de su Embajada en La Habana en septiembre de 2017, incluyendo en especial el personal a cargo de los servicios consulares, con la consecuente afectación a ciudadanos cubanos y estadounidenses que dependen de esos servicios. Fue el que decidió expulsar, arbitraria e injustamente, a 15 funcionarios diplomáticos cubanos de la Embajada de Cuba en Washington, en octubre de ese año.
Desde esa fecha, el funcionamiento de ambas Misiones se ha visto afectado por estas decisiones unilaterales. De igual modo, el otorgamiento de las visas requeridas para el personal de las respectivas Embajadas ha estado sujeto a aprobaciones y dilaciones caprichosas del Departamento de Estado.
Los datos hablan por sí solos. Desde fines de septiembre de 2017, el gobierno de los Estados Unidos solo ha otorgado 26 visados y ha denegado 6 para el personal que requiere Cuba en su Embajada en Washington. En el mismo período, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba ha otorgado 105 visados para personal diplomático y administrativo temporal y permanente de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, y solo ha denegado uno en reciprocidad a la actuación del Departamento de Estado. Se trata claramente de un comportamiento desbalanceado y ajeno a las normas de reciprocidad que constituyen práctica esencial en las relaciones diplomáticas.
Acusar a Cuba de generar una situación insostenible para el funcionamiento de la Embajada de los Estados Unidos constituye una flagrante distorsión de la verdad. El gobierno cubano no es responsable de la inestabilidad y la irregularidad generadas unilateralmente por el gobierno de los Estados Unidos para el funcionamiento de las Misiones Diplomáticas de ambos países en las respectivas capitales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores mantiene el ánimo de facilitar los requerimientos de cada parte para el respectivo funcionamiento de las Embajadas sobre la base de la reciprocidad.