Discorso Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez

Discorso pronunciato da Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primo Segretario del Comitato Centrale del Partito Comunista di Cuba e Presidente della Repubblica, davanti al Monumento ai Martiri di Barbados in Holetown, il 6 dicembre 2022, “Anno 64º della Rivoluzione

Stimata primo ministro, onorevole Mia Amor Mottley;

Stimata presidente, onorevole Sandra Prunella Mason;

Distinte autorità barbadensi;

Collaboratori, residenti cubani e amigos barbadensi;

Fratelli dei Caraibi;

Compatrioti qui presenti:

Siamo riuniti davanti a questo storico monumento eretto in ricordo di 73 persone, tra le quali 24 adolescenti e un bebè in gestazione, vittime innocenti della prima azione di terrorismo contro l’aviazione civile nel nostro emisfero.

I documenti storici riportano che il 6 ottobre del 1976 alle 12.23, nove minuti dopo il decollo dall’aeroporto di Seawell, a 18 000 piedi d’altezza, nella torre di controllo si ascoltò il capitano dell’aereo della Cubana d’Aviazione, Wilfredo Pérez Pérez, gridare: Attenti!

C’era stata un’esplosione nella cabina dei passeggeri dell’aereo. Dopo alcuni minuti di manovre per controllare l’aereo ci fu una seconda esplosione. Il pilota perse il controllo e l’aereo cadde nell’acqua a pochi chilometri davanti a questa spiaggia.

Il 7 ottobre del 1976, l’Istituto d’Aeronautica Civile di Cuba, dopo una lunga e profonda investigazione dei fatti informò ufficialmente che tra i 73 passeggeri morti,57 erano cubani, 11 guyanesi e 5 coreani.

Questo orrendo crimine fu denunciato in innumerevoli occasioni nell’Organizzazione delle Nazioni Unite e nel suo Consiglio di Sicurezza. Senza dubbio, giudici venduti, assoluzioni inesplicabili e condanne non compiute lasciarono nell’impunità gli autori di quest’ abominevole azione di terrorismo.

Il primo agosto del 1998, il Comandante in Capo Fidel Castro Ruz, assistendo come parte del suo giro per i Caraibi alla scoperta di questo monumento alle vittime del sabotaggio all’aereo DC-8 della Cubana de Aviación, sentenziò:«Quello che non potranno mai immaginare coloro che commettono gravi crimini contro i popoli, dall’ubriachezza della loro impunità e nel carattere effimero del loro potere, è che la verità si apre sempre il passo, presto o tardi».

Il popolo di Cuba non dimentica coloro che furono crudelmente immolati in Barbados, resi immortali in questo monumento nelle vicinanze della baia di Paynes.

Un giorno come oggi, rendendo omaggio ai martiri di Barbados, ratifico la più ferma condanna di Cuba al terrorismo del quale siamo stati vittime, includendo il terrorismo di Stato, e condanniamo l’indignante, arbitraria e ingiustificata inclusione del nostro paese nella spuria lista degli Stati patrocinatori del terrorismo.

Oggi ci accompagna uno dei cubani che furono privati ingiustamente dei loro amati familiari, Carlos Alberto Cremata, per noi Tin.

Quel bambino, privato del suo indimenticabile compagno di giochi, il suo miglior maestro, la sua guida, ha canalizzato il suo profondo dolore verso l’arte ed ha creato una compagnia di teatro ispirata all’amore.

Non ha alimentato l’odio, non ha giurato vendetta, non ha chiesto occhio per occhio.

Il suo progetto, la prestigiosa Colmenita, autentica scuola cubana d’arte e di sentimento, dove tutti i padri cubani vogliono tenere i loro figli, è ispirata a una sentenza scritta da José Martí nella sua rivista per bambini La Edad de Oro:

Dice Martí: «Avere talento è avere un cuore buono; chi ha buon cuore è chi tiene talento. Tutti i furbi sono tonti . I buni sono quelli che alla lunga guadagnano».

Se siamo qui oggi assieme al giovane che fu quel bambino, rendendo omaggio a suo padre e alle altre vittime di un crimine tanto disprezzabile, è perché i buoni alla lunga vincono. Cuba ha salvato l’amore dalle grinfie dell’odio!

Ma, attenzione! Cuba nemmeno dimentica. Denunciamo, in questa tribuna che si apre alla nostra denuncia che lo stesso odio di quelli che garantirono l’impunità ai terrorista. muove coloro che con un’inaccettabile offesa alle vittime continuano a provocare dolore a Cuba, ponendo il suo nome in un spuria lista di patrocinatori del terrorismo.

Questo luogo, questo memoriale confermano che Cuba può stare solo nella lista, se esistesse, delle vittime del terrorismo.

Chiedo in un momento questo ai cubani presenti d’esclamare i versi di Bonifacio Byrne:

“Se strappata in minuscoli pezzi

sarà ridotta la mia bandiera un giorno…

i nostri morti alzando le braccia

la sapranno difendere tuttavia!”

Gloria ai nostri eroi e martiri!


Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el Monumento a los Mártires de Barbados en Holetown, el 6 de diciembre de 2022, “Año 64 de la Revolución”

Estimada primera ministra, La Honorable Mia Amor Mottley;

Estimada presidenta, Su Excelencia La Muy Honorable Sandra Prunella Mason;

Distinguidas autoridades barbadenses;

Colaboradores, residentes cubanos y amigos barbadenses;

Hermanos caribeños;

Compatriotas aquí presentes:

Nos reunimos ante este histórico monumento, que se irguió en recuerdo a 73 personas, entre ellos 24 adolescentes y un bebé en gestación, quienes fueron víctimas inocentes del primer acto de terrorismo contra la aviación civil en nuestro hemisferio.

Los documentos históricos relatan que el día 6 de octubre de 1976, a las 12:23 horas, nueve minutos después de despegar del aeropuerto en Seawell, a unos 18 000 pies de altura, en la torre de control se escuchó al capitán de la aeronave de Cubana de Aviación, Wilfredo Pérez Pérez, gritar: ¡Cuidado!

Se había producido una explosión en la cabina de pasajeros del avión.  Tras unos minutos de maniobra para controlar la aeronave, ocurrió una segunda explosión, el piloto perdió el control y el avión cayó al agua a pocos kilómetros frente a esta playa.

El 7 de octubre de 1976, el Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba, después de realizar una profunda y exhaustiva investigación de los hechos, informó oficialmente que entre los 73 pasajeros que perecieron 57 eran cubanos, 11 guyaneses y 5 coreanos.

Este horrendo crimen fue denunciado en innumerables ocasiones en la Organización de las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad.  Sin embargo, juicios amañados, absoluciones inexplicables y condenas incumplidas dejaron en la impunidad a los autores de este abominable acto de terrorismo.

El primero de agosto de 1998, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, al asistir como parte de su gira por el Caribe a la develación de este monumento a las víctimas del sabotaje a la aeronave DC-8 de Cubana de Aviación, sentenció: “Lo que nunca podrán imaginarse aquellos que cometen grandes crímenes contra los pueblos en la embriaguez de su impunidad y en el carácter efímero de su poder, es que la verdad siempre se abre paso más tarde o más temprano”. 

El pueblo de Cuba no olvida a aquellos que fueron cruelmente inmolados en Barbados y que quedaron inmortalizados en este monumento en las cercanías de la bahía de Paynes.

Un día como hoy, al rendir tributo a los mártires de Barbados, ratifico la más firme condena de Cuba al terrorismo del que hemos sido víctimas, incluyendo el terrorismo de Estado, a la vez que rechazamos la indignante, arbitraria e injustificada inclusión de nuestro país en la espuria lista de Estados patrocinadores del terrorismo.

Nos acompaña hoy aquí uno de los cubanos que fueron privados injustamente de sus familiares queridos, Carlos Alberto Cremata, para nosotros Tin.

Aquel niño, privado de su más entrañable compañero de juegos, de su mejor maestro, de su guía, canalizó su profundo dolor hacia el arte y creó una compañía de teatro inspirada en el amor.  No alimentó el odio, no juró venganza, no pidió “ojo por ojo”.

Su proyecto, la prestigiosa Colmenita, auténtica escuela cubana de arte y de sentimientos donde todos los padres cubanos quieren tener a sus hijos, está inspirada en una sentencia que dejó escrita José Martí en su revista para los niños La Edad de Oro:

Dice Martí: “Tener talento es tener buen corazón; el que tiene buen corazón, ése es el que tiene talento.  Todos los pícaros son tontos.  Los buenos son los que ganan a la larga”.

Si estamos hoy aquí, junto al joven que fue aquel niño, rindiendo tributo a su padre y a las demás víctimas de un crimen tan deleznable, es porque los buenos ganan a la larga. ¡Cuba salvó al amor de las garras del odio!

Pero, ¡ojo!, Cuba tampoco olvida. Denunciamos, en cuanta tribuna se abra a nuestra denuncia, que el mismo odio de los que garantizaron impunidad a los terroristas mueve a quienes en inaceptable ofensa a las víctimas siguen causando dolor a Cuba al poner su nombre en una espuria lista de auspiciadores del terrorismo.

Este sitio, este memorial, confirma que Cuba solo puede estar en la lista, si existiera, de las víctimas del terrorismo.

Les pido en un momento como este a los cubanos presentes exclamar los versos de Bonifacio Byrne:

“Si desecha en menudos pedazos

llega a ser mi bandera algún día…

¡nuestros muertos alzando los brazos

la sabrán defender todavía!”

¡Gloria a nuestros héroes y mártires!

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