Questo 17 aprile, l’Ufficio di Controllo dei Beni Esteri (OFAC) del Dipartimento del Tesoro USA ha sostituito la Licenza Generale n. 44 con la Licenza Generale n. 44A, la quale stabilisce che i cittadini statunitensi avranno fino al 31 maggio 2024 per liquidare qualsiasi transazione che sia stata precedentemente autorizzata riguardante il Venezuela.
Le transazioni di liquidazione che saranno autorizzate sono quelle “ordinariamente incidentali e necessarie” in relazione alle operazioni nel settore petrolifero e del gas in Venezuela. In aggiunta, la nuova licenza vieta la realizzazione di nuovi affari con la PDVSA, inclusi nuovi investimenti, misure che erano state autorizzate nell’ottobre 2023 con la Licenza Generale n. 44.
Dal punto di vista amministrativo, si tratta di una manovra di sostituzione che, in ambito politico, lascia spazio per altre manovre bilaterali nel quadro dei negoziati. Rispetto ad altre esperienze sanzionatorie, l’OFAC gestisce procedure di revoca, scadenza e sostituzione. Ecco come appare una licenza revocata:
Inoltre, l’OFAC valuterà le richieste di licenze specifiche nel caso in cui persone o aziende desiderino partecipare ad attività precedentemente autorizzate dalla Licenza 44. Ciò significa che l’OFAC deciderà quale società possa operare con PDVSA e, di conseguenza, rilascerà una Licenza Speciale determinata secondo i suoi criteri e convenienze.
Per quanto riguarda l’impatto, uno dei primi accordi colpiti da questa nuova licenza restrittiva sarebbe l’accordo trasversale tra PDVSA e l’azienda francese Maurel & Prom per aumentare la produzione di petrolio e gas nel Lago di Maracaibo. Inoltre, secondo varie agenzie internazionali, mesi fa è stato riferito che la società USA Valero Energy si è avvicinata per gestire direttamente i suoi acquisti di petrolio dalla PDVSA e non tramite terzi, come fa attualmente con Chevron.
D’altro canto, Chevron continua le sue operazioni insieme alla società statale venezuelana, poiché la Licenza Generale n. 41 viene rinnovata automaticamente, senza problemi, il 26 di ogni mese. Infatti, all’inizio di aprile è stato annunciato che l’impresa mista tra PDVSA e Chevron, Petroindependencia, ha attivato il primo dei 17 pozzi di nuova generazione che prevede di installare quest’anno come parte del “Piano di Perforazione 2024”.
Le spedizioni di petrolio negli USA continueranno senza problemi, persino potrebbero trarne vantaggio perché potrebbe essere ulteriormente promossa la rivendita di petrolio venezuelano attraverso Chevron.
La 44A stabilisce che le transazioni di persone fisiche e giuridiche devono essere liquidate entro il 31 maggio. Sta alla Casa Bianca decidere se le condizioni della presente licenza rimangono intatte e stabilite o se vengono sostituite da nuove clausole con l’emissione di un’altra licenza. Gli spazi vuoti della 44A mettono in evidenza che gli USA lasciano una finestra aperta ai negoziati o per successive modifiche alla sua gestione delle licenze riguardanti il Venezuela.
LICENCIA 44A DE LA OFAC: SUS DETALLES TÉCNICOS Y POLÍTICOS
Este 17 de abril la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sustituyó la Licencia General Nº44 por la Licencia General N° 44ª, la cual establece que las personas estadounidenses tendrán hasta el 31 de mayo de 2024 para liquidar cualquier transacción que haya sido previamente autorizada respecto a Venezuela.
Las transacciones de liquidación que estarán autorizadas son las “ordinariamente incidentales y necesarias” en relación con las operaciones del sector petrolero y gasífero en Venezuela. Aunado a ello, la nueva licencia prohíbe la realización de nuevos negocios con PDVSA, incluso las nuevas inversiones, medidas que se autorizaron en octubre de 2023 con la Licencia General N°44.
Desde la perspectiva administrativa, se trata de una maniobra de sustitución dejando, en el espectro político, ciertos espacios para otras maniobras bilaterales en el marco de las negociaciones. En comparación con otras experiencias sancionatorias, la OFAC maneja procedimientos de revocación, expiración y sustitución. Así luce una licencia revocada:
Además, la OFAC considerará las solicitudes de licencias específicas, en el caso de que las personas o empresas quieran participar en actividades previamente autorizadas por la Licencia 44. Es decir, la OFAC decidirá cuál empresa puede operar con PDVSA y, en consecuencia, emitirá una Licencia Especial que se determine de acuerdo con sus criterios y conveniencia.
En cuanto al impacto, uno de los primeros convenios afectados por esta nueva licencia restrictiva sería el acuerdo transversal entre PDVSA y la empresa francesa Maurel&Prom para incrementar la producción petrolera y gasífera en el Lago de Maracaibo. Asimismo, de acuerdo con diferentes agencias internacionales, se dijo meses atrás que la empresa estadounidense Valero Energy hizo acercamientos para gestionar sus compras de crudo directamente con PDVSA y no tercerizarla como hace actualmente con Chevron.
Por otro lado, Chevron continúa con sus operaciones junto a la empresa estatal venezolana, pues la Licencia General Nº41 se renueva automáticamente, sin dramas, el 26 de cada mes. De hecho, a inicios de abril se informó que la empresa mixta entre PDVSA y Chevron, Petroindependencia, activó el primero de los 17 pozos de nueva generación que tiene previsto instalar este año como parte del “Plan de Perforación 2024”.
Los envíos de petróleo a Estados Unidos continuarán sin inconvenientes, incluso sacarán provecho porque podría impulsarse aún más la reventa de petróleo venezolano por medio de Chevron.
La N°44A establece que se deben liquidar las transacciones de personas naturales y jurídicas hasta el 31 de mayo. Queda de la Casa Blanca si las condiciones de la presente licencia quedan intactas y establecidas o se sustituyen por nuevas cláusulas con la emisión de otra licencia. Los espacios vacíos de la 44A ponen al descubierto que Estados Unidos deja una ventana abierta a las negociaciones o posteriores enmiendas a su gestión de licencias respecto a Venezuela.
