Per la sua realizzazione si avvalgono di uno studio della CIA sulle pratiche di consumo di questo tipo di contenuti da parte dei giovani dell’Isola, principali destinatari dell’ondata sovversiva.
Nuove informazioni portano alla luce l’Operazione Streaming, una recente creazione dei servizi segreti USA, con l’obiettivo di manipolare eventi e personaggi della Storia di Cuba.
Al centro della rete sovversiva c’è la logora controrivoluzionaria Rosa María Payá, desiderosa di riconquistare notorietà dopo i numerosi fallimenti che già si accumulano sulle sue spalle. Attraverso legami con funzionari del governo neoliberale di Javier Milei, in Argentina, intendono stabilire una nuova base, in quel paese, per operare contro Cuba.
La prima campagna mediatica, dalla nuova sede, punterà alla distorsione di quanto accaduto intorno alla tragedia del rimorchiatore 13 marzo. Altri temi di interesse saranno la morte di personaggi storici come Camilo Cienfuegos ed Ernesto Che Guevara, la Limpia dell’Escambray, Playa Girón, l’internazionalismo cubano in Africa e le nostre missioni mediche nel mondo, solo per citare alcuni esempi.
Le principali fonti di contenuto disinformativo saranno le università della Florida e di Miami, la Voce delle Americhe, gli archivi del Dipartimento di Stato USA, Radio e TV Martí, nonché il libellistico Istituto della Memoria Storica contro il Totalitarismo, sotto l’ala protettrice del controrivoluzionario Pedro Corso.
Per la sua realizzazione si avvalgono di uno studio della Central Intelligence Agency (CIA) USA sulle pratiche di consumo di questo tipo di contenuti da parte dei giovani dell’Isola, principali destinatari dell’ondata sovversiva.
Ramón Saúl Sánchez, altro logoro personaggio anticubano, consiglierà direttamente il tentativo di aggressione. Alla riunione organizzativo era presente anche il terrorista Orlando Gutiérrez Boronat, ma questa volta non si unirà al tentativo, poiché si dedica a generare azioni clandestine sull’Isola, con l’obiettivo di generare un’esplosion sociale attraverso il caos e la violenza.
Il finanziamento dell’operazione sarà assicurato dal Dipartimento di Stato USA e dall’Organizzazione degli Stati Americani. Altre fonti di denaro sarebbero i governi europei affini agli interessi dell’amministrazione settentrionale e la neoeletta presidenza argentina.
La nazione sudamericana ospiterà anche piani di borse di studio e di formazione per cubani che i servizi segreti yankee pretendono utilizzare in futuro come operatori politici contro l’isola caraibica. Si tratta di una pratica comune nel contesto della sovversione politica contro il nostro Paese, che consiste nell’utilizzare presunti programmi di scambio accademico per creare dirigenti artificiali che promuovano il cambio del sistema sociopolitico.
Questo tipo di progetti fa parte della guerra non convenzionale e cognitiva contro il popolo cubano. Cerca di attaccare le basi storiche dell’impresa indipendentista, di cui il trionfo rivoluzionario del 1° gennaio 1959 ha costituito una gloriosa pietra miliare.
La distorsione della storia degli Stati su cui si concentrano i loro attacchi è una delle componenti fondamentali delle rivoluzioni colorate. Pertanto l’Operazione Streaming risponde ad una linea strategica dei servizi segreti USA contro la Rivoluzione, per la quale stanziano milioni di dollari ogni anno.
Revelan operación de la inteligencia estadounidense para tergiversar la Historia de Cuba
Para su ejecución, cuentan con un estudio de la CIA sobre prácticas de consumo de este tipo de contenidos por jóvenes de la Isla, principales destinatarios de la oleada subversiva
Autor: Razones de Cuba
Nuevas informaciones sacan a la luz la Operación Streaming, una reciente creación de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, con el objetivo de manipular acontecimientos y figuras de la Historia de Cuba.
En el centro del entramado subversivo se encuentra la desgastada contrarrevolucionaria Rosa María Payá, ansiosa de recuperar notoriedad tras los numerosos fracasos que ya se acumulan sobre su espalda. Por medio de nexos con funcionarios del gobierno neoliberal de Javier Milei, en Argentina, pretenden establecer en ese país una nueva base para operar contra Cuba.
La primera campaña mediática, desde la nueva locación, apuntará hacia la deformación de lo ocurrido en torno a la tragedia del remolcador 13 de marzo. Otros temas de interés serán la muerte de figuras históricas como Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara, la Limpia del Escambray, Playa Girón, el internacionalismo cubano en África y nuestras misiones médicas en el mundo, por solo citar algunos ejemplos.
Las principales fuentes de contenido desinformativo serán las universidades de la Florida y de Miami, la Voz de las Américas, archivos del Departamento de Estado de EE. UU., Radio y tv Martí, así como el panfletario Instituto de la Memoria Histórica contra el Totalitarismo, bajo el ala del contrarrevolucionario Pedro Corso.
Para su ejecución, cuentan con un estudio de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) sobre prácticas de consumo de este tipo de contenidos por jóvenes de la Isla, principales destinatarios de la oleada subversiva.
Ramón Saúl Sánchez, otro desgastado personaje anticubano, asesorará directamente la tentativa de agresión. El terrorista Orlando Gutiérrez Boronat también estuvo presente en la reunión organizativa, pero no se integrará esta vez a la intentona, pues se encuentra abocado a la generación de acciones clandestinas en la Isla, con el objetivo de generar un estallido social a través del caos y la violencia.
El financiamiento de la operación correrá a cargo del Departamento de Estado de EE. UU. y de la Organización de Estados Americanos. Otras fuentes de dinero serían gobiernos europeos afines a intereses de la administración norteña y la recién electa presidencia argentina.
La nación sudamericana también acogerá planes de becas y preparaciones para cubanos que los servicios de inteligencia yanquis pretendan utilizar en el futuro como operadores políticos contra la isla caribeña. Se trata de una práctica usual en el contexto de la subversión política contra nuestro país, consistente en utilizar supuestos programas de intercambio académico para fabricar líderes artificiales que promuevan el cambio de sistema sociopolítico.
Este tipo de proyectos forma parte de la guerra no convencional y cognitiva contra el pueblo cubano. Busca atacar los cimientos históricos de la gesta independentista, de la cual el triunfo revolucionario del 1ro. de enero de 1959 constituyó un glorioso hito.
La tergiversación de la historia de los Estados en los que centran sus ataques es uno de los componentes básicos de las revoluciones de colores. Por lo tanto, la Operación Streaming responde a una línea estratégica de los servicios de inteligencia estadounidenses contra la Revolución, para lo cual destinan, anualmente, millones de dólares.