Il costo della non solidarietà: perché siamo internazionalisti?

Javier Gómez Sánchez

Nei giorni scorsi ci sono stati scritti, in rete, che prospettano una visione critica della solidarietà e dell’internazionalismo cubano, facendo enfasi sui ‘costi’ sociali e familiari che questi significano.

Questi testi mi hanno ricordato il giorno in cui le FAR ci consegnarono le armi con cui abbiamo filmato le scene della serie TV La Otra Guerra, l’apertura di quelle casse fu come avere in mano una parte della Storia di Cuba.

Alcune dei fucili FAL belgi che abbiamo utilizzato furono ‘quegli stessi fucili’ di quel giorno di aprile del 1961 nell’incrocio tra 23 e 12. Portavano impresso nel metallo il nostro emblema nazionale. Ma altri venivano da tutte le parti: dalla guerriglia venezuelana, dalla lotta sandinista in Nicaragua, altri catturati in Angola.

Uno in particolare ha attirato la nostra attenzione, portava nel suo calcio in legno una curiosa scritta, su un lato in spagnolo e l’altro dovrebbe essere la stessa in arabo: ‘Fucile FAL sequestrato alle forze iraniane nella regione del Dhofar dal FPLO e consegnato al compagno capo della Missione Militare Cubana Victor Cuadrados dal compagno Mohamed Abdula rappresentante del (illeggibile) Centrale FPLO. 19-11-1974¨

La curiosità si è convertita in ricerca. Cos’era il FPLO? ¿Forze iraniane? ¿Missione Militare Cubana dove?

IL FPLO era l’acronimo del Fronte Popolare di Liberazione dell’Oman, movimento armato che organizzò la lotta in un conflitto poco conosciuto: La Rivoluzione del Dhofar contro la monarchia del sultanato dell’Oman. Come parte del Movimento Nazionalista Arabo cercava realizzare una repubblica socialista panaraba nel Golfo Persico e negli Emirati Arabi.

Dalla vicina Repubblica Democratica dello Yemen del Sud, ufficiali internazionalisti cubani contribuirono ad addestrare i movimenti di liberazione arabi in diversi paesi, tra cui il FPLO.

L’antica metropoli britannica inviò aiuti militari al sultanato dell’Oman, e con il sostegno USA, fece sì che lo scià dell’Iran Reza Pahlevi -che poi fu detronizzato dalla Rivoluzione iraniana-vedendo ardere le barbe del suo vicino, inviasse truppe del suo esercito per combattere il movimento armato popolare. Il fucile di uno di questi soldati iraniani, ucciso in combattimento, fu catturato da un combattente dell’Oman, che decise, in un gesto di fratellanza, regalarlo ad uno dei cubani che conobbe nel suo addestramento come guerrigliero.

Le sconfitte nella Guerra dei Sei Giorni e in quella dello Yom Kippur, la frammentazione di interessi tra le repubbliche arabe d’inclinazione socialista come l’Egitto di Nasser e la Siria di Hafez Al Assad -padre di Bashar Al Assad, attuale presidente della Siria – con monarchie come qulla di Giordania (che sostenne il sultano dell’Oman nella sua lotta contro il socialismo arabo) provocarono non solo la sconfitta della lotta armata nella penisola arabica, ma la dissoluzione dell’ideale del panarabismo socialista.

Il boom petrolifero divise i paesi arabi in ricchi e poveri. I sultanati che l’FPLO combatteva per convertirli in democrazie popolari divennero piccole metropoli petrolifere che oggi vivono del lavoro di altri paesi che non posseggono petrolio.

Che faceva Cuba in quella lotta lontana? Che faceva un gruppo di cubani tanto lontani, in un luogo di lingua straniera?

Se il sogno del socialismo arabo avesse trionfato, forse oggi non esisterebbero paesi arabi enormemente ricchi e popoli arabi estremamente poveri.

Lo Stato Islamico, il fondamentalismo religioso ed il terrorismo sono state le vie di fuga che ha trovato una popolazione di giovani della regione attraverso decenni di frustrazione, separati da confini artificiali e da etnie, sfruttati dalle metropoli europee, aggrediti dall’imposizione post coloniale dello Stato di Israele e l’uso militare di questo da francesi, inglesi e USA. Invasi da marine, repressi da dittature sostenute da interessi stranieri, e immersi nella povertà da un capitalismo selvaggio.

Se esistesse quel socialismo internazionalista che Cuba appoggiava, non esisterebbe oggi lo Stato Islamico.

link II parte


El costo de la no solidaridad (Parte I): ¿Por qué somos internacionalistas?

Por Javier Gómez Sánchez

En los últimos días han surgido escritos en la red que plantean una visión crítica de la solidaridad y del internacionalismo cubano, haciendo énfasis en el ¨costo¨ social y familiar que estos significan.

Esos textos me han recordado el día en que las FAR nos entregaron el armamento con el que filmaríamos las escenas de la teleserie La Otra Guerra, abrir aquellas cajas fue como tener en las manos una parte de la Historia de Cuba.

Algunos de los fusiles FAL belgas que utilizamos fueron ¨esos mismos fusiles¨ de ese día de Abril del 1961 en la esquina de 23 y 12. Llevaban impreso en el metal nuestro escudo nacional. Pero otros venían de todas partes: de la guerrilla venezolana, de la lucha sandinista en Nicaragua, otros capturados en Angola.

Uno especialmente llamó nuestra atención, llevaba en su culata de madera una curiosa inscripción, de un lado en español y por la otra debía ser la misma en árabe: ¨Fusil FAL ocupado a las fuerzas iraníes en la región de Dhofar por el FPLO y entregado al compañero Jefe de la Misión Militar Cubana Víctor Cuadrados por el compañero Mohamed Abdula representante del (ilegible) Central del FPLO. 19-11-1974¨

La curiosidad se convirtió en investigación. ¿Qué era el FPLO? ¿Fuerzas iraníes? ¿Misión Militar Cubana en dónde?

EL FPLO fueron las siglas de Frente Popular de Liberación de Omán, movimiento armado que organizó la lucha en un conflicto poco conocido: La Revolución de Dhofar, contra la monarquía del sultanato de Omán. Como parte del Movimiento Nacionalista Árabe buscaba lograr una república panárabe socialista en el Golfo Pérsico y en los Emiratos Árabes.

Desde la cercana República Popular Democrática de Yemen del Sur, oficiales internacionalistas cubanos ayudaban a entrenar a los movimientos de liberación árabe en varios países, entre ellos al FPLO.

La antigua metrópoli británica envió ayuda militar al sultanato omaní, y con apoyo norteamericano, hizo que el Shah de Irán Reza Pahlevi -quién luego fuera destronado por la Revolución Iraní- viendo las barbas de su vecino arder, enviara tropas de su ejército para combatir al movimiento armado popular. El fusil de uno de esos soldados iraníes, muerto en combate, fue capturado por un combatiente omaní, que decidió en gesto de fraternidad regalarlo a uno de los cubanos que conoció en su entrenamiento como guerrillero.

Las derrotas en la Guerra de los Seis Dias y en la del Yom Kipur, la fragmentación de intereses entre las repúblicas árabes de inclinación socialista como el Egipto de Nasser y la Siria de Hafez Al Assad -padre de Bashar Al Assad, actual presidente de Siria- con monarquías como la de Jordania (que apoyó al sultán de Omán en su lucha contra el socialismo árabe) provocaron no solo la derrota de la lucha armada en la Península Arábica, sino la disolución del ideal de panarabismo socialista.

El auge petrolero dividió a los países árabes en ricos y pobres. Los sultanatos que el FPLO luchaba por convertir en democracias populares, se convirtieron en pequeñas metrópolis petroleras que hoy viven del trabajo de otros países que no poseen petróleo.

¿Qué hacia Cuba metida en esa lucha lejana? ¿Qué hacían un grupo de cubanos tan lejos, en un lugar de lengua extraña?

Si el sueño de un Socialismo Árabe hubiese triunfado, tal vez no existirían hoy países árabes tremendamente ricos y pueblos árabes tremendamente pobres.

El Estado Islámico, el fundamentalismo religioso, y el terrorismo han sido los escapes que ha encontrado una población de jóvenes de la región a través de décadas de frustración, separados por fronteras artificiales y por etnias, explotados por metrópolis europeas, agredidos por la imposición post colonial del Estado de Israel y la utilización militar de este por franceses, ingleses y norteamericanos. Invadidos por marines, reprimidos por dictaduras sostenidas por intereses foráneos, y sumidos en la pobreza por un capitalismo salvaje.

Si existiera ese socialismo internacionalista que Cuba apoyaba, no existiría hoy el Estado Islámico.

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